Una de las testigos que presenció la golpiza de los diez rugbiers a Fernando Báez Sosa en Villa Gesell el 18 de enero, aseguró ante la Justicia que Máximo Thomsen gritó que se lo iba “a llevar de trofeo” al agredir a la víctima del homicidio. Luego lo arrastró “hacia un cantero, le pegó una patada en la boca y ya no hubo más reacción”, señalaron fuentes judiciales.
La adolescente, a su vez, señaló que Ciro Pertossi (uno de los principales agresores de Báez) y Thomsen “le pisaban y pateaban la cabeza” al estudiante de Derecho. La testigo tiene 17 años y declaró ante la fiscal a cargo de la causa, Verónica Zamboni.
“Fernando cayó al piso y le empezaron a pegar entre esos dos, y luego vinieron un par más a pegarle. Empezaron a pegarle en la vereda y como que lo fueron arrastrando para el cordón”, dijo además. Fernando “ya estaba mal, como que le estaban pegando a una bolsa de papas”, pero finalmente lo siguieron golpeando varios minutos más, finalizó la joven testigo.
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