Este martes, la Ciudad de Córdoba vivió horas de desesperación mientras la Policía intentaba capturar al asesino Roberto José Carmona. El temible delincuente cumple su condena en Chaco pero se encontraba en la Docta por una salida transitoria y aprovechó el partido que la Selección Argentina contra Croacia por la semifinal de Qatar 2022 y huyó.
Carmona gozaba de salidas transitorias de la cárcel de Chaco, producto del régimen especial otorgado por la Justicia argentina. Carmona se encontraba en la ciudad de Córdoba con la intención de visitar a su novia, quien vive en Barrio La Violetas. Allí se dio a la fuga, a bordo de un taxi, el auto chocó en Santa Ana y Félix Paz y el conductor murió.
Los antecedentes de Carmona no son para nada escuetos. En 1982 fue condenado a 10 años de prisión por robo calificado, privación de la libertad y drogas. Aún así, una ley de conmutación y reducción de penas le permitió volver a la calle en 1986, cuando cometió el aberrante asesinato y violación de Gabriela Ceppi, una joven de 16 años.
Un oscuro 15 de enero de 1986 Gabriela viajaba con dos amigos desde Carlos Paz a Córdoba. Habían ido a bailar. En pleno regreso a la ciudad, el Fiat 600 en el que se trasladaban presentó un desperfecto. En el camino los cruzó Carmona en un Ford Taunus quien les ofreció ayuda. Carmona tenía por entonces 23 años, pero ya era un peligrosísimo hombre de pésima conducta carcelaria, que, sin embargo, había obtenido el beneficio de la libertad condicional.
Carmona, que vió a los jóvenes en una situación de vulnerabilidad, sacó un arma, amenazó a los amigos de Gabriela para robarles y escapó en su auto con la adolescente. La menor fue hallada asesinada de un tiro en la cabeza en la ruta 9 sur. Carmona la violó antes de matarla. Tras varios juicios y años de vida en instituciones penitenciarias, en el 2011 fue diagnosticado como psicópata.
A dos décadas del hecho, informes y crónicas periodísticas advierten que se trato de un antes y un después en la historia de una provincia ,y ni hablar para una familia que quedo eternamente adolorida. Hoy, Carmona permanece alojado en la Unidad Penitenciaria de barrio San Martín y sobre su espalda pesan, además del asesinato de Gabriela, la muerte de varios reclusos.
