Con el inicio del ciclo escolar, surge la habitual organización de compras que involucra útiles, indumentaria y libros. Sin embargo, en medio de esta vorágine, es común que se descuide la importancia de una alimentación adecuada para los niños. Es esencial garantizar que los pequeños incorporen los nutrientes necesarios para su desarrollo intelectual y un óptimo estado de salud.
Los niños en edad escolar requieren una dieta completa y equilibrada para crecer, desarrollarse y protegerse de enfermedades. Una alimentación adecuada no solo les proporciona la energía necesaria para estudiar y ser físicamente activos, sino que también fortalece su sistema inmunológico y les ayuda a concentrarse mejor en clase.
La alimentación de los escolares tiende a ser rica en calorías vacías y pobre en nutrientes esenciales como hierro, calcio y zinc. Por este motivo, es crucial que los padres cubran estos requerimientos a través de una dieta balanceada y saludable. Esto implica optar por alimentos caseros, cuidar la higiene y elaboración de las viandas, y diseñar un plan semanal para garantizar variedad y equilibrio en las comidas.
A la hora de planificar las viandas escolares, es fundamental evitar alimentos como gaseosas, golosinas, comidas rápidas y snacks con alto contenido de sal. En su lugar, se pueden ofrecer opciones nutritivas como carnes magras, pescado, vegetales, frutas frescas, lácteos bajos en grasa y cereales integrales. Estas alternativas no solo satisfacen las necesidades nutricionales de los niños, sino que también promueven hábitos alimenticios saludables a largo plazo.
Alimentos recomendados:
– Panes o galletitas de salvado o avena.
– Arroz integral o legumbres.
-Frutos secos, como nueces, almendras o avellanas.
-Frutas frescas, como manzanas, bananas, peras, o ensalada de frutas.
-Yogur solo o con frutas o con cereales, flanes o postrecitos.
-Cereales sin azúcar o cuadraditos de avena.
-Barrita de cereal o turrón.