En un contexto desafiante marcado por restricciones gubernamentales para las exportaciones y la brecha cambiaria, Argentina emerge como el único país del Mercosur que logró un aumento significativo en sus exportaciones de carne vacuna durante el primer semestre del año. Con un impresionante crecimiento del 9% en comparación con el año anterior, el país ha exportado aproximadamente 26 mil toneladas adicionales de carne, según los datos recientemente publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Mientras naciones vecinas como Brasil, Uruguay y Paraguay han experimentado retrocesos en términos de volumen embarcado, Argentina ha mantenido su posición en el mercado internacional a pesar de las adversidades. La razón detrás de este aumento en las exportaciones radica en una mayor oferta de carne vacuna generada por un aumento en las faenas, motivadas en parte por condiciones climáticas difíciles, como la sequía.
Si bien gran parte de esta mayor oferta fue absorbida por el mercado local, las exportaciones se han beneficiado al aprovechar un mejor saldo exportable. Sin embargo, este logro no ha venido sin sacrificios. Para mantener su competitividad en el mercado global, Argentina tuvo que ajustar los precios de sus envíos al extranjero.
Durante el primer semestre de este año, el precio promedio de la tonelada de carne exportada fue de US$4274, lo que representa una disminución del 27,5% en comparación con el mismo período del año anterior, cuando se lograron US$5.900 por tonelada. Operadores de la industria sostienen que esta reducción en los precios fue esencial para aumentar la participación del país en el mercado internacional.
A pesar de la disminución en los ingresos por unidad, el aumento en las exportaciones ha brindado un respiro a la industria cárnica argentina, permitiéndole mitigar los crecientes costos de operación en un entorno de alta inflación y desafíos económicos.
Sin embargo, expertos del mercado ganadero señalan una preocupación importante. Un reciente informe del Rosgan, el mercado ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), advierte sobre los posibles efectos a largo plazo de mantener una estrategia de ajuste de precios en la rentabilidad de los productores y exportadores, lo que podría amenazar la sostenibilidad de este crecimiento.
Para mantener y fortalecer este impulso en el mercado de exportación de carne, se destaca la importancia de la colaboración entre el Gobierno y los actores de la industria. Se requieren esfuerzos conjuntos para superar las barreras comerciales y las regulaciones que dificultan la competitividad de Argentina en el mercado internacional. A medida que el país enfrenta estos desafíos, la industria cárnica busca equilibrar la necesidad de participación en el mercado global con la sostenibilidad y la prosperidad a largo plazo de los productores y exportadores.
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