En pleno festejo por el triunfo de Daniel Passerini como intendente de Córdoba, el gobernador electo Martín Llaryora lanzó una polémica declaración que se hizo eco en la campaña presidencial. El mensaje fue dirigido a los dirigentes nacionales de Juntos por el Cambio que llegaron en masa para apoyar la candidatura de Rodrigo de Loredo en la capital, a quienes llamó “Pituquitos de Recoleta” y los instó a dejar de maltratar y querer imponer su forma de actuar.
El primer en responder a la picante frase fue Horacio Rodríguez Larreta, precandidato a presidente de la oposición, quien rechazó la política de agresiones y violencia personal. En cambio, propuso una Argentina de unidad basada en hechos y resultados, destacando la importancia de trabajar juntos para sacar al país adelante.
Por su parte, Patricia Bullrich, otra de las precandidatas presidenciales, evitó comentar sobre el discurso de Llaryora, alegando que no lo había escuchado.
La declaración de Llaryora dejó en evidencia la tensión y la polarización que caracteriza la campaña electoral, mientras los dirigentes de distintos partidos buscan posicionar sus propuestas y diferenciarse en la carrera hacia las próximas elecciones presidenciales.
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