Jaime Press, más conocido como “el armonizador”, era miembro de una familia muy conocida en la villa serrana, que llegó desde Esperanza (Santa Fe), durante la década de 1950, y atendió un negocio de venta de artículos regionales.
Según sus propio relato, Jaime tuvo una experiencia mística y escuchó una voz que le ordenó ir a la montaña a meditar y alejarse de la ciudad, y aparentemente al bajar de allí, tres años más tarde, ya había adquirido todos sus poderes.
Al curador se le atribuían poderes que permitían diagnosticar todo tipo de enfermedades del cuerpo y de la mente. Acudían a él, además de personas de distintos estratos sociales, los artistas más famosos de la Argentina y políticos de renombre.
La actividad de Jaime Press despertó la indignación en ciertos sectores de la sociedad como la Iglesia y los círculos médicos. Fue denunciado por ejercicio ilegal de la medicina y el 5 de diciembre de 1961 fue detenido. Estuvo preso durante 16 días hasta que ordenaron su liberación. Cuando llegó a Carlos Paz fue recibido por una multitud que lo aclamó.
Germán Negro cuenta a continuación todos los detalles de la historia del curandero que hasta inspiró a Olmedo en su papel del “mano santa”. Mirá: