Juan Pablo Quinteros, legislador del Frente Cívico, pasó por los estudios de Canal C para conversar sobre el proyecto de Grababus, considerado por muchos como algo inservible. El grabado indeleble de autopartes para evitar el robo de automóviles es implementado por la empresa cuyo dueño es Jorge Sorensen, a quien “habían echado de Chubut, porque se habían dado cuenta de que era una estafa”. Sin embargo, durante su período como gobernador, José Manuel De la Sota, lo aprobó el 30 de noviembre de 2015, “diez días antes de dejar su mandato”, recordó Quinteros. ¿Y el sistema, funcionó? “En los seis primeros meses de 2016, los primeros de implementación de la ley, se habían robado más autos que en todo 2015”, detalló el legislador. ¿Por qué? “Con una lija, se borraba”. Para el representante del Frente Cívico, era un sistema “coercitivo”, pues sin el grabado, “la Policía de Córdoba no hacía el formulario CO12, que se exige para la transferencia de un vehículo”.
