Las recientes medidas del Gobierno, aplicando impuestos a las importaciones de servicios como parte de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, han generado preocupación entre empresas y expertos. Sebastián Domínguez, tributarista, destaca que esta estrategia busca evitar una devaluación del peso, pero podría enfrentar desafíos legales debido a su inconstitucionalidad.
Además, el aumento de costos para las empresas debido a los impuestos podría resultar en una traslación de precios hacia el consumidor final, lo que a su vez contribuiría a una aceleración de la inflación, afectando los bolsillos de los argentinos.
Un aspecto adicional de preocupación es la deuda generada por importaciones que no han podido ser pagadas debido a la falta de aprobación de las Declaraciones SIRA y/o SIRASE. Las empresas tendrán que asumir el costo adicional del impuesto, incluso aquellas que habían invertido en instrumentos Dólar Link, ya que estos no se ajustarán al nuevo valor del Dólar Importación.
En el sector de electrónica y celulares, la medida también ha causado sorpresa y genera incertidumbre. La Asociación de Fabricantes Argentinos de Terminales de Electrónica (Afarte) está en proceso de determinar a qué tipos de insumos alcanzará el impuesto.
Mientras algunos fabricantes de celulares sugieren que podría haber un traslado a los precios de los productos, otros enfatizan que es un sector competitivo y que no les agrada aumentar los precios. La incertidumbre reina en el sector y se espera un análisis más detallado para entender el alcance real de la medida.
En conclusión, las medidas de impuestos a las importaciones generan inquietudes en el sector empresarial y expertos, quienes prevén posibles aumentos de precios y desafíos legales en el horizonte económico de Argentina.
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