Por Ma.Gabriela Simonetti
Pasaron dos años sin poder marchar en las calles a causa de la pandemia de Coronavirus. Por eso, esta tarde, quizás todo tuvo un condimento un poco más especial, porque significó no sólo el reencuentro para unir las voces en un grito unánime ante la impunidad de crímenes por violencia de género, sino que también, se vivió como un desahogo para expresarse ante los femicidios que no cesan y un sistema judicial que no siempre está a la altura de las circunstancias.
Algunas mujeres, marcharon en compañía de amigas, otras, con compañeras de trabajo y también acompañadas de sus pequeñas hijas que portaban el pañuelo violeta característico del movimiento “Ni Una Menos”. Otras más, salieron de su trabajo y fueron por su cuenta a la marcha. “Necesitaba venir y sentir que hago algo entre tanto dolor” expresó una mujer.
Carteles con consignas “Si nos tocan a una, nos tocan a todas” dejaban en claro una vez más, la unión que puede darse cuando se escucha y empatiza con los casos de cada mujer.
En medio de la marcha, un grupo de amigas sostiene un cartel con la fotografía de Millaray Cattani, una joven de la ciudad santacruceña de Puerto Deseado, que se quitó la vida a los 15 años, después de padecer el hostigamiento de quien decía ser su novio. Las chicas, oriundas de la misma localidad, contaron la situación que atravesó la adolescente y la lucha de su familia y amigos para que el caso avance. “Quien era su novio sigue libre como si nada, y sabemos que otra chica también sufrió como ella violencia física y psicológica por parte de él”.
La demanda principal, la encabeza por supuesto el cese de los femicidios. Pero, sabemos muy bien, que para llegar a esta fatalidad, mucho antes se dieron una sumatoria de factores que terminan desencadenando los asesinatos dirigidos hacia las mujeres.
A 7 años del primer Ni Una Menos, volvemos a marchar exigiendo que paren de matarnos.
— Ni Una Menos Córdoba (@niunamenosCBA) June 3, 2022
Con esta acción gráfica recordamos a las víctimas de femicidio desde 2015 hasta la actualidad en Córdoba
✊🏽💜Hoy nos encontramos en Colón y Gral Paz a las 17 h para marchar hasta el Patio Olmos pic.twitter.com/XIcMYK7Aqz
Los micromachismos y la naturalizacion de ciertos mensajes, discursos, acciones y gestos legitiman las formas de desigualdad y constituyen los cimientos de la llamada violencia simbólica (que en definitiva, sostiene a todas las formas de violencia).
Está claro que los casos por violencia de género no son hechos aislados, porque en nuestro país se registraron 127 femicidios según un informe del Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano”, y el lugar más inseguro para una mujer en situación de violencia, continúa siendo su vivienda o la vivienda compartida con el agresor.
“Se ha avanzado, pero necesitamos mayor presupuesto para la aplicación de las políticas que nos protegen ante la violencia machista” sintetizó una de las tantas mujeres que dijeron presente en la marcha para que el “Ni una Menos” sea no sólo un lema, sino una realidad.
Si sos víctima o conocés a alguien que sufra violencia de género llamá al 144 las 24 horas.
