La voz del gol de Cadena 3, nació hace 57 años en Villa María, donde desde pequeño mostraba su pasión: iba relatando partidos camino al colegio. Y además de pasión claramente tenía talento porque hace 30 años que con su voz cautiva a todos los argentinos.
“Yo no tengo estudios pero Dios me puso los mejores maestros que alguien puede soñar tener”, le asegura el Bocha a Mimi. Y además de maestros que lo alentaron “dentro y fuera de la cancha”, tuvo el apoyo más importante de todos: el de su familia. “La única que me tenía fe en el comienzo de esta lucha era mi esposa. Yo estaba dejando un trabajo seguro en la Municipalidad para adentrarme en un sueño, sin ella no hubiera sido posible”, afirma el relator.
Del recuerdo de sus comienzos, en la charla se desprende una anécdota. “En Ecuador fuimos con Víctor Brizuela a transmitir la selección argentina, jugaba Maradona, y siempre nos gustaba parar en el hotel de la selección porque siempre tenes más chances de hacer una nota, pero no quedaban habitaciones así que tuvimos que compartir una cama matrimonial que era lo único disponible”, cuenta entre risas el Bocha y confiesa que “dos heterosexuales durmiendo en una cama matrimonial es complicado, cada uno de su lado del precipicio casi cayéndose”. “Y en eso me levanto a la mañana, Brizuela se estaba afeitando y me dice ¨yo que te traje a Córdoba, que te hice famoso, que te pago un sueldo y vos que ni un beso me diste anoche¨”, finalizó a carcajadas.
Y de las risas y las buenas memorias todo viró a la emoción, cuando tocó recordar los momentos más difíciles que le tocó atravesar en esta pandemia. “El momento más duro son las pérdidas. El turco Wehbe que fue un maestro, nos enseñó a relatar a todos y no haber podido despedirlo, no haber podido estar cuando estaba grave, me pegó muy fuerte, imaginate que estuvimos relatando y compartiendo una habitación 50 días, excede lo laboral. Después lo de Mario Pereyra en la radio, un tipo que nos guiaba a todos, han sido pérdidas muy duras en lo personal y más en este contexto”, explicó Houriet.
Actualmente el Bocha reside en Carlos Paz y disfruta a pleno de su familia ahora que no le toca viajar pero confiesa que está en su esencia y que extraña relatar en la cancha. “No es fácil meterse en el partido, no es fácil meterse en la situación, ya me había tocado relatar el último partido de Belgrano sin público antes de la cuarentena y no fue lo mismo. Si sin público es horrible, imaginate desde tu casa, no te metes en la situación. Pero todo tiene su parte buena, lo bueno es no viajar, aunque de cualquier manera yo prefiero estar en la cancha”, asegura.
No te pierdas la entrevista completa que realizó Mimi Spicher a quien pone en palabras la pasión de los argentinos por el fútbol. Hasta el próximo miércoles.
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“Sueñen mucho pero no duerman tanto, porque lo sueños no se cumplen durmiendo”
