Un hombre de 38 años permanece desaparecido después de caer de una moto de agua en Villa Rumipal, desencadenando un operativo de rescate en el embalse de Río Tercero. El incidente ocurrió cerca de las 14:30 horas del domingo, a unos 500 metros de la costa, frente al Parador Jarana.
Desde el Departamento de Unidades de Alto Riesgo informaron que la búsqueda se interrumpió durante la noche del domingo, a partir de las 21 horas. No obstante, a partir de las 8 de la mañana la misma se retomó.
Según las primeras informaciones, el hombre desaparecido no llevaba puesto un chaleco salvavidas y tampoco sabía nadar. En cambio, su acompañante, quien también cayó pero fue rescatado, contaba con el elemento de seguridad. La moto de agua implicada en el incidente también fue recuperada.
El operativo de rescate involucra a más de 60 personas, entre ellas el Departamento de Unidades de Alto Riesgo (DUAR), el Equipo Técnico de Acción ante Catástrofes (ETAC), y personal de Bomberos de Villa Rumipal, Embalse, Villa del Dique y Seguridad Náutica. Cuatro buzos participan en la búsqueda subacuática.
Ante esta situación, desde la Secretaría de Riesgo de la Provincia hacen un llamado a la colaboración de las personas que se encuentran en el lago y sus alrededores para permitir que el personal de seguridad lleve a cabo sus tareas de rescate de manera efectiva.
Cómo se lleva a cabo el operativo de rescate
El Comisario Inspector Sergio Cravero proporcionó detalles exhaustivos sobre el operativo de rescate en curso, destacando la colaboración de un equipo de 100 personas dedicadas a las tareas de búsqueda. En esa misma línea, enfatizó la distinción entre las labores realizadas en la superficie y las subacuáticas, revelando que las actividades subacuáticas implican la participación de 41 buzos divididos en etapas. Cravero detalló la aplicación de técnicas específicas, como el rastreo circular a 22 metros de profundidad, con un diámetro aproximado de 50 metros, utilizando bollas fondeadas para marcar el lugar del incidente. Además, destacó la coordinación con embarcaciones que guían a los buzos en el trapecio, aumentando la cobertura de la búsqueda.
El inspector también abordó el aspecto temporal de las operaciones subacuáticas, explicando que los buzos trabajan aproximadamente 24 minutos a nivel de fondo a 22 metros de profundidad, con un tiempo total de inmersión de 32 minutos que incluye dos paradas de seguridad durante el ascenso. Respecto a la viabilidad de operar de noche, Cravero subrayó que, aunque los buzos pueden trabajar con iluminación artificial, por razones de seguridad, las operaciones se llevan a cabo exclusivamente durante el día.
