El fiscal Carlos Gonella, que tiene en sus manos la causa por la financiera CBI Cordubensis, explica cómo funcionaba la entidad. “CBI es una cueva financiera”, resumió el funcionario, quien aclaró que la entidad, que se disfrazaba como “un servicio de cajas de seguridad”, se dedicaba a “la captación de ahorros del público, la colocación de esos ahorros al público sin autorización del Banco Central”. “Era una banca de hecho”, resumió. Y dijo que Eduardo Rodrigo, quien encabezaba la financiera, “confesó” el delito.
Esta semana, el fiscal pidió una pena de 11 años de prisión y una multa de 1.021 millones de pesos para Rodrigo.