Una mujer de 30 años que se encontraba detenida en la cárcel de Bouwer tras confesar el asesinato de su madre enferma, se suicidó en la celda que ocupaba desde el pasado 1° de febrero. Estaba imputada por el delito de “homicidio calificado por el vínculo” y cumplía con prisión preventiva mientras la Justicia realizaba las pericias correspondientes para determinar si era inimputable.
Se trata de Celeste Rodríguez quien había admitido que asfixió a su mamá, María Rosa Ravetti (59 años), con una almohada en su casa de la localidad cordobesa de Capilla del Monte. La madre padecía de problemas de salud.
El matricidio que tuvo lugar en la localidad de Capilla del Monte, ubicada en el Valle de Punilla. Aparentemente todo inició a partir de una fuerte pelea entre madre e hija. Rodríguez se encontraba junto con su madre en su vivienda de la calle Richieri cuando comenzaron a discutir por un motivo que se desconoce. Ravetti llevaba al menos dos años postrada en una cama.
Minutos después, la policía local recibió un llamado de la propia Celeste dando alarma de una riña familiar. Cuando los agentes llegaron al domicilio en cuestión, se toparon con una escena estremecedora. La mujer que confesó haber asfixiado a su madre con una almohada hasta asesinarla. Efectivamente, en la cama de la vivienda se encontraba el cuerpo sin vida de Rosa Ravetti.
“Se estaba concluyendo la pericia psicológica y psiquiátrica por parte de un equipo especializado para determinar si pudo comprender sus actos y dirigir sus acciones al momento del homicidio”, indicaron las fuentes consultadas. En este contexto, la fiscal que está a cargo de la causa, Paula Kelm, ordenó una serie de medidas para poder determinar con precisión la causa de la muerte.
Un dato completamente llamativo del suceso es que Celeste advirtió sobre el crimen a través de sus redes sociales. “Estoy tan cansada, física y mentalmente. No poder vivir normal, ocuparme de mis hijas, de mi vieja que está remil enferma porque es peor que una nena de dos años“, comienza uno de los mensajes subió a su perfil de Facebook el mismo miércoles del asesinato.
En el mismo posteo, la mujer afirmó: “Soy madre, padre, hija, enfermera, novia, empleada, ama de casa. no doy más. Me va a dar un ACV, intento ser fuerte por mis hijas pero no doy massss, nadie me ayuda. Estoy cansadaaaa. Por q mierda yo sola me tengo q ocupar de ella cuando tienen a mi hermano y la familia q la crio. Todos se lavan las manos y me dejan todo a mí. Y sí, soy fuerte pero me cansó. Necesito descansar. Necesito un día de paz“.
