El fallecimiento dos médicos por Covid19 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que no habían sido vacunados aún contra la enfermedad conmocionó al ambiente de la salud. A pesar de ser prioritarios, los profesionales muertos formaban parte del 30% del personal médico de la Ciudad de Buenos Aires aún no pudo inocularse.
Fullone de 56 años se enfermó mientras esperaba su turno para ser inoculada el 23 de febrero, pero se enfermó antes y murió este viernes. Así lo informó Ignacio Previgliano, director del Hospital Fernández, quien además contó que la médica no había querido aplicarse la Sputnik V hasta que saliera el artículo de The Lancet, avalando su seguridad.
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Por otra parte Sereday, de 66 años, era un reconocido cirujano plástico con especialización en quemados. Según sus colegas, continuó trabajando incansablemente durante toda la pandemia, hasta que en enero se contagió de coronavirus y cursó un cuadro grave.
Estuvo internado y intubado en el Hospital Mater Dei desde hacía tres semanas por falla respiratoria y finalmente falleció el pasado martes.
Las muertes de dos médicos que no se habían llegado a vacunar, renovó la polémica en base al criterio en la distribución y la cantidad de dosis que el Ministerio de Salud entrega, en este caso a la Ciudad de Buenos Aires.
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