La depresión posparto, es decir sentirse mal tras haber dado a luz, es más común de lo que parece, pero se esconde por vergüenza o culpa. Según estudios médicos se estima que 1 de cada 10 mujeres en el mundo la padece. Y es que además del estrés que puede general el cambio de vida de haber traído un bebé al mundo los desbalances hormonales juegan un rol crucial.
Algunos síntomas son: tristeza, depresión y/o llanto, diminución del interés pro ser madre, sentimiento de inutilidad o culpabilidad (especialmente por “no ser buena madre”), ansiedad fuerte, tensión y/o miedo sobre el futuro del hijo, problemas de sueño, pensamientos de estar muerto o querer suicidarse. Otras mujeres atraviesan el “baby blue” que es una depresión leve y por corto tiempo.
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