El Mundial de Qatar se presentó desde un principio como una competición bastante polémica. En principio se puso en duda su elección, luego se conoció el entramado de corrupciones que hubo detrás de ella. Más tarde surgió un gran escándalo alrededor de la forma en que fueron contratados los inmigrantes que llegaron al país para construir los estadios, la peor parte llegó cuando se conoció la muerte de varios de ellos. Finalmente, la última gota que desencadenó el conflicto final fueron las políticas discriminatorias en contra de la comunidad LGTB+.
Ante esta situación varias selecciones manifestaron su repudió, y anticiparon que iban a utilizar brazaletes en apoyo a esta comunidad. Sin embargo, FIFA salió a cruzar a las mismas y anticipó que de realizar alguna de estas acciones serían gravemente sancionadas. Sin embargo, el seleccionado de Inglaterra antes del comienzo de su primer partido se arrodilló en el estadio en señal de protesta incluso utilizaron un brazalete en contra de la discriminación, lo mismo hizo el seleccionado de Alemania. Además, estos últimos se taparon la boca como signo de que la FIFA busca silenciar su reclamo.
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El último escándalo que se suma a esta situación fue protagonizado por el presidente, Jesper Moller, quien ha brindado esta mañana una conferencia de prensa donde ha afirmado que Dinamarca”está lista para discutir una retirada general de la FIFA junto con otras naciones de la UEFA”, por la situación que se vive en Qatar.
Además anunció que no brindarán su apoyo a Infantino en las próximas elecciones de FIFA que se realizarán próximamente.”Infantino puede tener en su poder la intención de voto de 207 países, pero Dinamarca no estará entre esos países”. Y añadió: “Dinamarca no apoyará al presidente actual”
