Cobertura de Joel Albarrán
La Ciudad de Rosario siempre se caracterizó por tener una muy buena y variada oferta turística. El turismo receptivo es una constante en la vida de los rosarinos, alcanza con ir 5 minutos al Monumento a la Bandera para apreciar a los visitantes de todas partes tomándose una selfie o grabando un video para sus redes sociales. Y las primeras asociaciones que uno hace con esta ciudad son el Monumento a la Bandera, el río Paraná y Messi.
El lugar donde se izó por primera vez nuestra bandera es uno de los lugares más elegidos por los turistas. El acceso a todo el Monumento (la Proa, el Propileo y el Patio Cívico) es totalmente gratuito. Aquellos que quieran subir a la cima del Monumento, abonan una entrada de 100 pesos y hacen el trayecto en ascensor lo cual resulta cómodo. La historia de Rosario incluye otras facetas muy llamativas, como por ejemplo la vida en torno al puerto y la consecuente formación de barrios ligados a esta actividad. Contemplar los grandes buques y el río Paraná es permanente en cualquier desplazamiento que uno haga por la ciudad.
La ciudad de Messi
Para los argentinos, pero sobre todo para el turismo internacional Rosario es la ciudad de Messi. “La gente quiere conocer dónde nació, dónde jugó y dónde fue a la escuela. Messi siempre fue un ícono de Rosario y el Mundial lo ha potenciado”, destaca Adrián Ghiglione, Secretario de Deporte y Turismo de la Municipalidad de Rosario. El circuito Messi o el circuito Di María son recorridos que todo futbolero quiere hacer. La ciudad, a través de su APP “Rosario Turismo”, promociona ambos itinerarios donde se relata la vida de los astros por medio de lugares emblemáticos: la casa donde vivió en su infancia, su primer club de fútbol, su escuela primaria, sus murales. Es que en Rosario se respira fútbol. Es común ver al sur de la ciudad todo pintado de rojo y negro, los colores de Newell’s. El estadio Marcelo Bielsa aparece enclavado en el Parque de la Independencia y todo a su alrededor utiliza esta paleta cromática. En el norte todo se tiñe de azul y amarillo en honor a Central. El Gigante de Arroyito, a la vera del Paraná, se destaca en esta zona.
Es casi una obligación para el rosarino tomar una decisión: ser “Canalla” (de Central) o “Leproso” (de Newell’s). Más allá de esto, esa división solo queda limitada al folclore futbolístico. Di María y Messi automáticamente parecen cerrar cualquier tipo de grieta que se pudiera generar: “uno de Central, uno de Newells, uno del norte, uno del sur y que cada vez que se funden en un abrazo representan esa unión y todo lo que está bien”, remarca Alejandra Mattheus, Subsecretaria de Turismo.
Más allá de lo futbolístico, existen otros circuitos que son promocionados por la APP. Solo hay que seleccionar el recorrido de interés y empezar a pasear con el celular como si fuera un guía turístico al servicio de uno.
El verde, el río y la gastronomía
Rosario tiene los fines de semana el programa “Calle recreativa”, avenidas donde se corta el tránsito para convertirlas en peatonal, para así disfrutar mejor del rio y del verde de los parques lo que permite, también, hacer actividad física, pasear y tomar mate.
Alejandra Mattheus destaca orgullosa que este lugar de Argentina “es el de mayor cantidad de espacios verdes por cantidad de habitantes”. Sin dudas, el rosarino los hace propio; es muy común ver gente en reposera o sobre el pasto tomando mates, leyendo un libro o simplemente contemplando el alrededor. El río trae aparejado una muy buena gastronomía relacionado con los pescados. Un buen plan de fin de semana puede ser cenar en Delta Gastrococtelería, restaurante ubicado en la terraza del Hotel Puerto Norte, a la vera del Paraná. Para aquellos que les gustan más los bares tradicionales una excelente opción es visitar Sunderland, un restaurante típico con especialidad en pastas y pescados.
Para conjugar gastronomía y fútbol, el bar Vip de la familia Messi condensa todo. Al frente del Monumento a la Bandera uno se encuentra con menúes alusivos al astro como la miLIOnesa, sándwich de milanesa súper completo, o sino la Milanesa a la Celia, plato en honor a la madre de la Pulga. Si la idea es disfrutar de una buena comida, vino y música durante la noche la opción es Lehonor Brasas & Resto. Una de las novedades de este lugar es que tiene más de 120 tipos de vinos disponibles para consumir sin necesidad de tener que comprar la botella entera. Con unas máquinas que despachan diferentes medidas de vino, uno puede optar por una copa de una variedad y luego probar otra variante.
La ciudad de Rosario es la capital nacional del helado, y por esta razón es imposible despedirse sin al menos comprar una “bochita”. Hay muchas heladerías y todas muy buenas. Esther Helados es una opción muy recomendable y que hace que sea difícil elegir solo uno o dos gustos: es una invitación a visitar este lugar más de una vez.
La imagen que se llevan los turistas contagia. Rosario se fortalece como opción turística para plan de vacaciones o una escapadita de fin de semana. La formación y profesionalización permanente del sector privado y los programas municipales de fomento hacen que siga siendo una ciudad pujante en el turismo urbano dentro de la oferta nacional y regional.
