Mariano Ángel Gutierrez Cingolani fue condenado a cadena perpetua por encontrarse culpable del abuso y asesinato de Luna Viera, una niña de cinco años oriunda de Tío Pujio, al sudeste de la provincia de Córdoba. El homicida fue condenado por abuso sexual con acceso carnal y homicidio doblemente calificado por criminis causae y violencia de género.
El hecho se produjo el 19 de julio de 2017 cuando, en esa localidad, la pequeña Luna había salido a comprar caramelos y no regresó. Su cuerpo apareció tirado en la casa de una vecina. Cingolani había argumentado que golpeó a la niña porque intentó robarle naranjas trepando sobre su tapia. Sin embargo, la autopsia detectó restos de semen con su ADN y señales de haber sido asfixiada.
La madre de la víctima expresó: “Nos llena de vacío la ausencia de mi hija. Pero sí esperaba esto para ella”. Además aseguró: “Me cuesta mucho vivir sin mi hija. La busco en cada niño que veo”.