Este domingo, el cantante de cumbia 420, quien encuentra preso desde hace un mes en el DDI de Quílmes, la justicia le dictó la prisión preventiva debido a que “subsisten los riesgos procesales”. El cantante será trasladado a un penal de la provincia de Buenos Aires,
La solicitud fue realizada por Raúl Villalba y fue concedida por el juez de garantías Gabriel Castro: “Resuelvo dictar la prisión preventiva de Elián Ángel Valenzuela, de demás condiciones personales que obran en el epígrafe, por considerarlo ‘prima facie’ autor penalmente responsable de los delitos de amenazas simples en concurso real con privación ilegítima de la libertad en concurso ideal con amenazas coactivas; privación ilegítima de la libertad simple en concurso ideal con amenazas y tenencia simple de estupefacientes” así es como lee el documento emitido el 8 de julio.
Tras este nuevo dictamen, el fiscal Villalba declaró; “debe contemplarse no sólo su conducta y su no respeto a la autoridad puesto de manifiesto con su accionar en los hechos traídos a estudio, sino que además debe tenerse presente que se domicilia en el mismo barrio que las víctimas”
Hace una semana, el músico había recibido el beneficio de excarcelación extraordinaria en suspenso con una caución de 20 millones de pesos. Sin embargo, la fiscalía apeló alegando que la liberación del artista podría entorpecer la investigación de la causa.
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Las Causas
El cantante se encuentra detendido en DDI de Quílmes debido a que el 27 de Mayo salió a bailar con algunos amigos en la localidad de General Rodríguez, donde proviene el artista. Varios integrantes de la “Mafilia” tuvieron un altercado con algunas personas en las afueras de un boliche, uno de ellos era un empleado municipal por lo que los integrantes fueron detenidos. Cuando el artista se enteró de lo sucedido, decidió tomar el asunto por sus propias manos. Buscó a dos personas que estuvieron involucradas, los metió en su auto y acto seguido el artista habría apuntado con un arma a otra persona y la habría privado de su libertad.
Según lo leído en el expediente judicial “En un lapso de, aproximadamente, veinte minutos, L-Gante retuvo a las víctimas [el denunciante y una mujer que también trabaja en el municipio] contra su voluntad con el fin de obligar a una de ellas que intercediera en un procedimiento que realizaban agentes de la Guardia Urbana Municipal de General Rodríguez. Valenzuela quería que la víctima usara sus influencias por la función que desarrolla en el municipio para que liberaran a los integrantes de su círculo de amigos. Al tomar conocimiento de que no se había tomado temperamento restrictivo de libertad para con su grupo de amigos, decidió liberar a las víctimas, en virtud de no necesitar de las influencias”.
