Una vez al año, Arcos Dorados abre las puertas de los locales de McDonald’s en todo el país para poder mostrar todos los proceso relacionados a la mantención de la calidad de los ingredientes de cada uno de sus platillos, y un recorrido por sus orígenes y los procedimientos que respaldan sus altos estándares de seguridad alimenticia, higiene y, por supuesto, su sabor.
Este jueves la iniciativa tuvo lugar en el local ubicado en Av. Rafael Núñez 4764 (Cerro de las Rosas) de Córdoba Capital, y se replicó en simultáneo en otras ciudades y provincias del país. En diálogo con Canal C Argentina, el gerente de negocios de la marca, Maximiliano Bazán, afirmó que el evento se hace desde el 2014, y en esta oportunidad se dio en el marco del “Día del acceso a la información. Lo hacemos para que puedan sacarse todas las dudas, que consuman con confianza. Y mostrar la transparencia que les queremos transmitir a nuestros clientes, los elementos de seguridad, las prácticas, capacitaciones y tecnología que tiene McDonald’s hoy por hoy”.
En el recorrido se pudo vivenciar el paso a paso que garantiza la buena práctica alimenticia en el local. Todo empieza con el lavado de manos, el cual es obligatorio para todos los que ingresan al espacio (con cofia barbijo en los casos requeridos). Bazán explicó que hay un contador que marca cada una hora, varias veces al día, el horario específico en que todos deben higienizar sus manos, además de estar disponible a libre demanda: agua, jabón y alcohol en gel.
Las heladeras, el freezer y el espacio de almacenamiento de los productos no comestibles mantienen sus propios requerimientos de temperatura y de posibilidad de acceso cuando se es requerido. La materia prima de consumo es de producción argentina, y todos los locales tienen los mismos proveedores para garantizar no solamente el sabor, sino también el cuidado, la temperatura y el régimen de recambio en torno a las fechas de vencimiento de los productos.
Al momento del armado de la comida, al mantener altos estándares de limpieza, no es necesario el uso de guantes permanentemente. Sin embargo, sí utiliza guantes descartables el personal que manipula la carne cruda. El aceite para freír, por su parte, también tiene altos estándares de medición bromatológica para evitar su reutilización. Luego, este aceite de origen vegetal es reutilizado para la elaboración de jabón o biodiésel.
Otro dato a destacar es la implementación de una mesada separada para la elaboración de alimentos aptos para celíacos (sin T.A.C.C.), garantizando la producción sin contaminación cruzada. Además, todas las mesadas mantienen un sistema de regulación de temperatura para que la comida jamás pase de ciertos grados centígrados.
Tal como señala Arcos Dorados, tanto dentro como fuera de la cocina existen tachos de residuos diferenciados entre reciclables y no reciclables para poder sostener su política sustentable. El total de los empaques están fabricados a base de fibra y son aptos para el reciclaje, certificados por el Consejo de la Administración Forestal.
Finalmente, cabe destacar que la sede visitada está pronta a cumplir 30 años de actividad: Córdoba es el segundo polo más importante para esta empresa multinacional, contando en total con 21 locales distribuidos en toda la provincia y empleando a miles personas, promoviendo especialmente el trabajo para jóvenes de entre 16 a 24 años que buscan su primera experiencia en el ámbito laboral.
Cobertura: Ernestina Marzi
