Un grupo de especialistas confirmó que hallaron restos de una embarcación que pertenecería a un submarino de los nazis de la Segunda Guerra Mundial en el mar argentino, en la ciudad costera de Quequén, en las afueras de Necochea, provincia de Buenos Aires.
Según informó Clarin el informe fue confeccionado por el italiano Fabio Giuseppe Bisciotti, director del Centro de Estudios Subacuáticos de la Liga Navale Italiana (LNI). En el mismo también se subraya que la nave fue “deliberadamente explotado”.
Bisciotti fue designado como perito internacional como parte del grupo de investigación llamado Eslabón Perdido, el cual encontró el año pasado restos del navío hundido y realizaron la denuncia de hallazgo ante la Prefectura Naval Argentina en marzo de este año. El experto es una eminencia en la materia: en el pasado trabajó para el Pentágono de EEUU y la Royal Navy de Inglaterra.
Abel Basti, líder de la expedición que encontró el submarino indicó que “la pericia argentina dio un primer dictamen respecto a que no es un barco y hay piezas compatibles con un submarino”.
Son muchos los argumentos en los expertos se basaron para establecer que el submarino es de origen alemán y que perteneció a la marina Nazi. En primer lugar, la comparación del naufragio de Argentina con otros submarinos germanos demostró que tienen el mismo tamaño. “La longitud y el ancho son totalmente compatibles con un U-Boot tipo IX, como el U-166 hundido frente a los Estados Unidos. La subestructura en ese caso (del U-166) es totalmente comparable, en su parte colapsada, al cuerpo fotografiado en aguas argentina”, remarcó el dictamen. También se hallaron preservadas partes características como “un deflector de la torreta de los U-Boot”, una torreta “en la parte superior, el final de la plataforma donde se situaban los vigías y el alojamiento antiaéreo” y dos escotillas.
El estudio también reveló un detalle inesperado. El submarino fue explotado de manera “deliberada”. “Los videos muestran largas secuencias de láminas de metal retorcida, en mi opinión con el intento exitoso de borrar el rastro y desintegrar el submarino”, señaló Bisciotti.
Más que confirmar leyendas urbanas sobre el desembarco de submarinos nazis en el país, el hallazgo obligaría a reescribir la historia oficial. “El Estado argentino creó en 1992 una comisión especial, la Comisión para el Esclarecimiento de la Actividades Nazis en la Argentina, que formalizó un documento oficial que es la posición del Estado argentino respecto a las actividades nazis durante el período de guerra y posguerra”, explicó el líder del equipo.
