Durante la presentación del programa de fortalecimiento sanitario, el gobernador emitió el contundente comunicado. En su discurso habló de la inminente crisis que atraviesa la provincia en lo sanitario y la urgente necesidad de actuar.
Un llamado a la acción
“No basta con que el liderazgo lo hagamos nosotros, el secretario o el ministro. Ustedes tienen que liderar“. Estas fueron las contundentes palabras con las que Martín Llaryora convocó al área de la salud.
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“Estamos haciendo lo posible y lo imposible para sostener un sector que se va a ver muy comprometido“, explicó. “Hay que empezar a hablar de que ustedes lideren en cada uno de los hospitales. Ustedes tienen que liderar porque esto que digo yo creo que lo entendemos todo”, enfatizó el mandatario.
“Entonces hoy estar en el hospital no es una gamba, no es de buena onda, es un esfuerzo tremendo que estamos haciendo, en muchos lados lo completamos con infraestructura, hay hospitales nuevos muchos de ustedes dirigen hospitales nuevos, hospitales que los ves y yo que he estado en el mundo y he recorrido no tienen nada que envidiarle”, dijo el gobernador.
“No vienen las enfermeras, el médico atiende siete, ocho, diez. ¡Se acabó! Se acabó porque no le debemos nada a nadie, porque podemos mirarlos a los ojos y decir en este momento ‘che estamos haciendo en un esfuerzo tremendo’”, afirmó.
Reforma en la Salud de Córdoba
Tras detallar el difícil panorama que viven los centros de salud de la provincia, Llaryora decretó nuevas medidas. Los directores de hospitales provinciales tendrán “las facultades para sancionar” y “pedir claramente el cese” de empleados que incumplan con su desempeño ya sean contratados o efectivos.
Durante el lanzamiento del Programa de Fortalecimiento Hospitalario, Llaryora anunció que los directores ahora “tienen que tener las facultades operativas como tiene él (por el ministro) para poder tomar decisiones con respecto a la gestión hospitalaria en materia de personal, en materia de autorizaciones, en materia de rotaciones”.
La delegación incluye “un montón de trámites” que los directores le explicaban al gobernador “que a veces tardaban meses en llegar para obtener una autorización y que eso hacía naturalmente que la gestión no pudiera avanzar”.
