El gobierno porteño compró seis vagones del subterráneo con asbesto, un material cancerígeno, a pesar de que la presencia de estos minerales prohibidos estaba detallada en los manuales de los coches. El presidente de Sbase (Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado), Eduardo De Montmollin, lo confesó en una entrevista con la señal CNN. “La documentacion técnica de un tren pueden llegar a ser manuales o carpetas así (grandes) y de repente lo que dice esto es una letra chiquita en la pág 473 del tomo 4 de manual de descripción de partes”, se justificó, y admitió que “los técnicos de Sbase no pueden garantizar que se hayan leído todas y cada una de las páginas de los manuales técnicos”.
Los coches fueron comprados en septiembre de 2011 al Metro de Madrid, cuando Mauricio Macri era el jefe de gobierno porteño, y se pagaron 4,2 millones de euros. Los coches tenían una antigüedad de 32 años.
Al momento de la operación por los CAF5000, explicó Montmollin, el procedimiento de compra incluyó la revisión de documentación técnica que señalaba que los vagones tenían asbesto. “Es cierto que hay documentación que dice eso pero no había manera de afirmar o validar si esto era efectivamente cierto o no”, dijo Montmollin. “La posición conceptual es que asumimos que si en la documentación figuraba algo el metro de Madrid había ya tomado partido, había tomado medidas. Y que lo que nos estaban vendiendo era algo que ellos estaban en condiciones de vendernos”.
La presencia de asbesto en los vagones del subte porteño fue denunciada por los trabajadores en enero de 2018, luego de varias muertes de trabajadores del Metro madrileño a causa de asbestosis. Recién en diciembre del año pasado Sbase reconoció públicamente que los coches tenían amianto.
Al menos 11 trabajadores del subte B tienen problemas de salud debido a la presencia de asbesto (amianto) en los vagones en los que trabajan. Sin embargo, Sbase afirma que el asbesto no afectaría la salud de los viajeros.
