Este lunes se conoció la renuncia de Gabriel Pinto, a la presidencia de la Juventud Radical, tras ser sorprendido por segunda vez, en una fiesta clandestina en Alta Gracia.
El caso tomó trascendencia porque Pinto es el primer caso de Covid-19 recuperado en esa localidad, fue donante de plasma y se vió envuelto en otro escándalo tras esconderse adentro de un placard, mientras la Policía clausuraba una juntada clandestina este sábado 12 de septiembre, en una casa situada a metros de la principal avenida de ingreso a la ciudad.
Cuando los móviles policiales llegaron al lugar, unas 50 personas que estaban reunidas se dispersaron como pudieron y el dueño de casa, identificado como Gonzalo Martínez, admitió el encuentro irregular y la Policía halló a Pinto escondido en una habitación de la vivienda.
Previamente, el joven radical ya había sido multado por participar de otra fiesta sin autorización, realizada en 23 de agosto pasado, a metros del Tajamar. En esa oportunidad, Pinto pidió disculpas públicas y el centenario partido dijo que no ameritaba una expulsión de su cargo.
“Muchas medidas que se toman son irracionales. El virus se contagia en todos lados, en una farmacia, en un bar, en un supermercado. Lamentablemente es un virus que esta y va a estar por mucho tiempo”, se justificó Pinto en declaraciones radiales y tildó de “persecusión” el hecho que se hicieran público sus trangresiones a las medidas de distancimiento social, dispuestas en el marco de la pandemia de coronavirus.
“Creo que ya es un ensañamiento que tienen con mi persona y eso realmente produce mucho daño, y no solo a mi sino a personas que están a mi alrededor” dijo el joven y adelantó que enviará prontó su renuncia al partido y piensa regresar a Estados Unidos, donde contrajo coronavirus.
