El gobierno de Tailandia informó hoy que la toma de rehenes que ayer duró 15 horas en un centro comercial en una ciudad del este concluyó con 26 víctimas y el militar responsable muertos, una matanza poco común en este país del Sudeste Asiático, en donde, sin embargo, la violencia institucional de las sistemáticas dictaduras y la posesión de armas en manos civiles están muy extendidas.
“Un incidente así nunca había sucedido en Tailandia y esperamos que nunca vuelva a suceder”, aseguró hoy el primer ministro de Tailandia, Prayut Chan-ocha, quien viajó a la ciudad oriental de Nakhon Ratchasima, donde ocurrió el ataque, para visitar a las víctimas y sus familiares.
Según informó, 52 personas resultaron heridas en la toma de rehenes y en el enfrentamiento final entre el atacante y las fuerzas de seguridad, la Policía y el Ejército. Treinta dos de los heridos siguen internados y 8 de ellos están graves.