La familia de Pablo Ventura, el joven remero de Zárate que fue señalado falsamente por los rugbiers como partícipe en el crimen de Fernando Báez Sosa pero luego sobreseído por la falta de pruebas, recupera de a poco la normalidad.
“En principio pensamos que era un declaración de Pablo en Campana, en la DDI, pero llegamos y nos dieron que el fiscal pedía su traslado a Villa Gesell porque era el principal acusado de un asesinato”, recordó José María.
El padre de Pablo confesó que se enteraron que Pablo era víctima de bullying de este grupo de deportistas una vez que comenzó la investigación. “Nos enteramos cuando comenzó este proceso. A Pablo nunca uno de estos chicos lo enfrentó para decirle ‘no te banco’. Era una cosa entre ellos, por eso es más loco todavía”, agregó y confirmó que iniciará acciones legales contra el grupo de rugbiers por “manchar su nombre”.
“En principio no lo iba a hacer porque somos gente muy tranquila, pero esto no puede ser gratuito. Que te manchen tu nombre, tu honor -porque a Pablo lo mancharon de por vida- y esto no puede quedar así”, reflexionó.
Sobre Pablo, su papá asegura que ya comenzó nuevamente a entrenar y se alista para regresar a la facultad donde estudia Farmacia.
“Él me dijo que si los ve (a los rugbiers) no reaccionaría de ninguna forma”, comentó y enfatizó que su hijo conoce al grupo “sólo de vista”.
