Siguen las jornadas de altas temperaturas y con ellas las visitas a ríos, lagos, mares o piscinas por lo cual es importante saber que medidas tener en cuenta para el cuidado de los menores con el objetivo de evitar cualquier tipo de accidente.
Al ser lugares que suelen ser asistidos por familias con menores de edad la supervisión cercana y permanente es fundamental. En lo posible, es necesario que el seguimiento lo haga un adulto responsable y a cargo de los niños para precaver algún riesgo.
Según explica Marcelo Argüello, emergentólogo pediatra (MP 20281) y director del Hospital Materno Neonatal “… cualquier fuente de agua puede ser peligrosa para un niño pequeño, tal es así que ocurren ahogamientos en baldes, tachos, palanganas. Las piletas domiciliarias, tanto estructurales como de lona representan un riesgo sumamente alto…”
Es por esto mismo, que se deben identificar cuales son los posibles peligros, tales como la corriente de ríos o mares o la profundidad del agua. Asimismo, controlar que los menores se encuentren con elementos de flotación tales como salvavidas, colchonetas, flota flota, brazitos, entre otros los cuales también deben ser supervisados en caso de pincharse o sufrir algún daño que afecte a los niños. En caso de encontrarse en mares, lagos o ríos se recomienda que los menores de un año permanezcan en la orilla y acompañados por una persona adulta en todo momento.
Se debe inculcar el respeto al agua y el seguir las indicaciones de guardavidas en el caso de playas o piletas.
El mayor foco de atención debe estar puesto en niños, niñas o adolescentes que sufran de epilepsia o convulsiones de cualquier origen, independientemente de su edad.
Marcelo Argüello asegura también que “… el conocimiento por parte de cuidadores, profesores o bañeros de las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) efectiva es clave en la posibilidad de sobrevida de estos niñas y niños tan pequeños. Cuanto más precozmente se administre esta técnica, menos probabilidad de muerte o de secuelas en los niños que se ven afectados…”
CUIDADOS PARA EL HOGAR
Lo principal en estos casos es evitar dejar al alcance de los niños cualquier tipo de balde, palangana y/o piletitas infables con agua, las cuales deben ser vaciadas y guardadas luego de su uso. En el caso de contar con una pileta, se deben seguir las recomendaciones de la Sociedad Argentina de Pediatría y poner un cerco que las rodee por completo, de altura mínima de un metro, y cerrado en todo momento. No se deben dejar ni juguetes ni sillas cerca del mismo porque los niños pueden utilizarlos para treparse o pueden golpearse al querer agarrarlos.
Es preciso estar atentos a las superficies mojadas alrededor de la pileta para evitar algún resbalón o caída e informar que no se debe correr alrededor de la misma.
