En el sector ganadero se registra un aumento de la tasa de faena impulsada por la caída en la producción de forrajes y también por las actuales condiciones estructurales.
La comunidad CREA, especializada en cuestiones agropecuarias, sostiene que el escenario podría provocar una caída en el precio real del novillo entre un 10 y 16%.
Según los especialistas, hasta el año pasado la ganadería nacional se encontraba en una fase cercana a la neutralidad, con un equilibrio entre la faena y la producción, pero la sequía y sus efectos derivaron en un aumento de la tasa de faena.
La escasez de lluvias también provocó un retraso o hasta la imposibilidad de sembrar verdeos de invierno y pasturas, lo que va a implicar una caída en la productividad en la fecha de implantación de entre un 30 y 40%.