En el programa Palabras Cruzadas de Canal C, el economista Jorge Ingaramo pronosticó que el levantamiento del cepo cambiario en Argentina ocurrirá entre el 20 y el 31 de enero de 2025. Esta medida representa un posible cambio significativo en la economía del país, en un momento en que se intensifican los debates sobre las restricciones impuestas a la compra y venta de divisas.
El cepo cambiario es un mecanismo que fue implementado en diversas ocasiones en Argentina para controlar la fuga de capitales y estabilizar el mercado cambiario. Sin embargo, esta medida es objeto de críticas por sus efectos adversos en la economía, limitando la inversión y el acceso a divisas. En este contexto, Ingaramo señaló que "el levantamiento del cepo no solo es una necesidad, sino también una respuesta a la mejora en la situación financiera del país".
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Uno de los factores clave que permitiría la eliminación de estas restricciones es el ingreso de dólares provenientes del sector agrícola. "Se estima que el campo argentino aportará alrededor de 5.000 millones de dólares en reservas", mencionó el economista. Este ingreso podría fortalecer las arcas del Banco Central y facilitar un entorno más favorable para liberalizar el acceso a divisas. Además, mencionó que la colocación de deuda por parte de empresas, como Pampa Energía, y los pagos anticipados a bonistas son señales claras de estabilidad.
El economista también destacó que el gobierno comenzó a implementar medidas para cumplir con los pagos de deuda, lo que a su vez genera un clima más propicio para la eliminación del cepo. "Estamos viendo un ajuste en la política fiscal que está alineado con la necesidad de estabilizar el mercado cambiario", agregó Ingaramo.
La fecha pronosticada para el levantamiento del cepo está vinculada a una serie de medidas económicas que se están implementando. Ingaramo subrayó: "hay un camino a seguir, pero la dirección es clara: hacia un régimen cambiario más flexible". Este cambio no solo beneficiaría a las empresas, que podrían acceder más fácilmente a las divisas que necesitan para operar, sino que también podría tener un impacto positivo en el poder adquisitivo de los argentinos.
Por último, el economista advirtió que la eliminación del cepo no debe ser vista como una solución mágica a todos los problemas económicos del país, sino como un paso en un proceso más amplio de recuperación. "Es fundamental que este levantamiento venga acompañado de políticas coherentes y sostenibles que promuevan la inversión y el crecimiento económico", concluyó Ingaramo.
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