En el marco del reordenamiento del sistema de Salud que lleva adelante la Superintendencia de Servicios de Salud, se publicó en el Boletín Oficial la baja definitiva de 58 entidades de medicina prepaga que figuraban inscriptas pero que no brindaban servicio.
A partir de recuperar su rol fiscalizador al inicio de esta gestión, la Superintendencia comenzó a exigir a las Prepagas toda la documentación obligatoria que debían entregar y no lo hacían, como padrones, estados contables, cartillas, balances, contratos con prestadores, entre otros.
Esta solicitud de información evidenció que las empresas, hoy fueron dadas de baja -a través de la Resolución 2438/2024 publicada en el Boletín Oficial- figuraban inscriptas provisoriamente, pero jamás habían presentado ningún tipo de documentación ante la Superintendencia.
Incluso, en la Resolución 1950/21, se estableció la obligatoriedad para todas las Prepagas de tipificarse ante la Superintendencia de Servicios de Salud. A pesar de esta obligación, ninguna de estas lo cumplió. La falta de respuesta ante los reiterados pedidos de información por parte del organismo en los últimos meses motivó la activación de los procedimientos internos y la posterior decisión de proceder con su baja definitiva.
Según explicaron, desde el Gobierno se trabaja para que las entidades que forman parte del sistema sean aquellas que cumplan con las normativas, brinden prestaciones de calidad y compitan entre sí, asegurando la confianza y seguridad de sus beneficiarios.
Finalmente, expresaron que esta medida tiene como objetivo “que los beneficiarios accedan a un mercado más transparente y ordenado, donde se garantice el acceso a prestaciones de calidad a partir de la libre competencia entre los Agentes del Seguro de Salud y la libertad de elección de los usuarios”.