La tragedia que dejó como saldo a tres personas fallecidas, ocurrida días atrás en Av. Colón, continúa actualizando las novedades de la causa. En esta oportunidad, Carlos Nayi, abogado de las familias de los tres fallecidos y de una de las supervivientes del Fiat Uno, estuvo en Pato a la mañana refiriéndose al caso.
“Mi función es de querellante, hacer una expedición hacia la búsqueda de la verdad. Hoy tenemos las primeras conclusiones: los dos estaban alcoholizados. El Fiat Uno, donde se conducían las víctimas fatales, giró sin estar habilitado por la luz verde de giro”, inicia explicando el letrado.
Por su parte, “Sobre el otro conductor, que iba en un Fiesta, iba a casi 130 km/h; alto nivel de presencia de alcohol en sangre, señal lumínica: el semáforo anunciaba 200 metros antes su luz amarilla: no hubo freno. Iba borracho conduciendo un vehículo automotor que se transformó éste en una máquina de matar, y aquél en una trampa mortal”. En conclusión una responsabilidad compartida que se tendrá que determinar de quién fue mayor y de quién fue menor.
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Además, el abogado señala que la fiscalía no sólo se guió por los testimonios de las víctimas y de los testigos, sino que también por médicos traumatólogos, policía judicial y todos los gabinetes, desplazamiento de cada vehículo.
Un detalle sobre el Fiat Uno negro, Nayi precisó que si bien llevaba las luces encendidas, dos de ellas (la de adelante derecha y la luz derecha trasera) no funcionaban.
El fiscal Juan Pablo Klinger comunicó a la prensa que la investigación sigue en curso. La situación procesal del conductor sobreviviente del Ford Fiesta “se ha agravado con todos los calificantes dentro del Art. 84.000, que es el límite de la culpa: homicidio calificado por exceso de velocidad, presencia de alcohol en sangre, por número de víctimas y conducción temeraria”. Podría recibir una pena de entre 3 y 6 años con prisión efectiva.
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