En el hemisferio sur recibimos desde este miércoles 21 de diciembre a la estación más esperada por muchos: el solsticio de verano; mientras que en el hemisferio norte se da la bienvenida al invierno.
Además de marcar el día más largo y la noche más corta del año, según las estimaciones científicas a las 18:48:10 horas, el sol alcanzará su mayor excursión -declinación astronómica- respecto a la línea imaginaria del Ecuador.
Simbólicamente hablando, esta fecha marca cambios, avances y renovación; ciclos que concluyen y nuevas etapas que comienzan. Por lo tanto te compartimos los mejores rituales para atravesar esta etapa tan importante.
Atraer la abundancia en la ápoca de Capricornio:
Durante las noches del 21, 22 y 23 de diciembre, preparamos un altar con una vela dorada (o amarilla) y un puñado de sal gruesa. En un papel blanco escribimos todos los objetivos que deseamos cumplir ya sea en lo laboral o en lo económico; lo doblamos en dos y lo colocamos junto a la vela. Prendemos la vela, repetimos en voz alta tres veces los deseos que anotamos en el papel y decimos “gracias, gracias, gracias”. Cuando la vela se apaga, tiramos la sal en una maceta o lugar con tierra y quemamos el papel.
Alejar la envidia y la mala onda
Preparamos un altar con una vela blanca, para iluminar nuestro camino, y una vela violeta (o morada) para transmutar todo lo negativo. A su lado colocamos una copa de agua y un sahumerio de lavanda o limón.
Luego de prender las velas, nos visualizamos envueltos en un aura blanca y le agradecemos al Universo que nos permita rodearnos de energía positiva. Cuando finalizamos, decimos: “Gracias, gracias, gracias”. Cuando las velas se apagan, tiramos el agua en una maceta o lugar con tierra con la mano izquierda.
En ese momento, es ideal darnos un baño de descarga: cuando terminamos de ducharnos, nos tiramos una mezcla de agua con perfume de lavanda del cuello hacia abajo. De este modo, ya estamos preparados para recibir todo lo bueno y nuevo que el Universo nos depara.