Como parte del plan integral de recuperación del área central de la ciudad, la Municipalidad de Córdoba planta especies nativas para forestar calles y espacios verdes. En su primera intervención, personal de la Dirección de Espacios Verdes plantó 50 ejemplares de sen del campo y lapachos rosados en las calles 25 de Mayo/9 de Julio, Rosario de Santa Fe/Dean Funes, Rivadavia/Buenos Aires y General Alvear/Ituzaingó.
Ante las cámaras de Canal C, Pablo Aguirre - director de Espacios Verdes - contó que la Plaza San Martín también está enmarcada en este plan "Forestando Futuro". "En el casco céntrico se detectó un faltante importante de árboles, 350 cazuelas vacías de arbolado lineal", contó sobre el relevamiento. Ya se plantaron 150 árboles sin del campo.
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Cabe destacar que en total se plantarán 330 árboles, gracias a la colaboración conjunta entre la Municipalidad de Córdoba, a través de su Secretaría de Ambiente Sustentable y Economía Circular, y el Centro Vecinal de barrio Centro.
El lapacho rosado es un árbol característico de gran parte de América Latina, con especial presencia en nuestra provincia, y llamativas flores de un particular color rosa en su copa. Los árboles autóctonos son importantes para el equilibrio ecosistémico, ya que brindan beneficios al agua, la tierra y el aire de cada lugar en particular, contrarrestando los efectos de la contaminación urbana. Se adaptan al clima durante todo el año, no necesitan cuidados especiales y son hábitat para la fauna local.
Aguirre destacó la importancia del compromiso de los vecinos para cuidar y mantener los árboles y plantines colocados. "Existe la ordenanza 12.472 de la Municipalidad que establece la responsabilidad y la obligatoriedad del frentista, del vecino, de la forestación del árbol de vereda. Es el vecino el responsable de ejecutar la cazuela, plantar el árbol y el cuidado del mismo. La Municipalidad acompaña esto".
La planta elegida: árbol sen del campo


Según cuenta Aguirre, el sen del campo es una especie autóctona e ideal para la zona, porque sus raíces tienden a ir hacia abajo y no hacia los costados. Por lo tanto, las veredas no corren riesgo de sufrir daños por raíces en el futuro.
Es un arbusto o arbolito que alcanza un tamaño máximo de 2,5 a 3 metros de altura, muy atractivo por su porte y floración; el follaje de textura fina; la ramificación generosa. Las flores son amarillas y se agrupan en inflorescencias muy abundantes. El fruto es una legumbre cilíndrica, y suele crecer muy bien en lugares de pocas precipitaciones.