Hijo, sobrino, primo, padre, tío, abuelo, genocida, asesino, represor. Todo eso, y más, fue Luciano Beenjamín Menéndez fallecido hoy en la ciudad de Córdoba.
Nació el 19 de junio de 1927 en San Martin, provincia de Buenos Aires. Fue militar, aunque luego destituido de su rango de general de División por crímenes de lesa humanidad durante la dictadura Militar que vivió nuestro país entre los años 1976 y 1983.
A los 15 entró al Colegio Militar y a los 20 ya le habían dado el cargo de teniente, con cadetes a cargo. “Se empeña por sobresalir. Es un oficial muy eficaz en el escuadrón”, dijo Alberto Juan Iribarne, su jefe de regimiento. “Enseña con el ejemplo y tiene mucho ascendiente sobre sus subordinados, posee una conciencia del deber para el grado inmediato superior”, escribió el teniente coronel Manuel Mateos, en su legajo militar.
Criado en la localidad de San Martín, el niño Luciano Benjamín se la pasaba montando a caballo junto a su único hermano José María. Décadas después, como Comandante en Jefe, paseaba con su yegua por los parques del Ejército mientras su séquito torturaba en los centros clandestinos.
Durante la dictadura llamada Proceso de Reorganización Nacional se desempeñó como comandante del III Cuerpo de Ejército, con sede en Córdoba, desde septiembre de 1975 hasta septiembre de 1979.
Entre los militares integró el grupo de “Los Duros”, con Emilio Eduardo Massera, Ramón Genaro Díaz Bessone, Santiago Omar Riveros y Carlos Guillermo Suárez Mason, quienes se oponían a Videla–Viola, más proclives a establecer diálogos con sectores políticos.
Menéndez dirigió las acciones represivas de las Fuerzas Armadas y de Seguridad en diez provincias durante las décadas del 60 y 70.
Partidario acérrimo de que la Argentina entrara en guerra contra Chile en el Conflicto del Beagle, el jefe del III Cuerpo del Ejército que sería la punta de lanza de la Operación Soberanía en 1978, se hizo famoso por una frase:
“Si nos dejan atacar a los “chilotes”, los corremos hasta la isla de Pascua, el brindis de fin de año lo haremos en el Palacio La Moneda y después iremos a mear el champagne en el Pacífico.”
Luciano Benjamín Menéndez
En 2008 fue condenado por primera vez en la causa Brandalisi, y actualmente era juzgado en la causa González y Vergéz. El 19 de junio iba a cumplir 91 años.
Fuente: Revista Anfibia