Empresas como Garbarino, Ribeiro y Compumundo se encuentran en el ojo de la tormenta porque, según las denuncias de sus empleados, hace meses que no perciben sus sueldos ni el aguinaldo, aseguran que los pusieron en situación pasiva y que, ante el inminente cierre de los locales, no recibirán las indemnizaciones correspondientes.
El abogado José Nayi explicó en Pato a la Mañana que estas empresas todavía no han cerrado de forma definitiva, sino que “lo que han hecho es un lock out empresarial, es decir, bajan las persianas del comercio, no despiden a los empleados y hay una incertidumbre total de qué va a pasar el día de mañana si se reincorpora o no la actividad. Mientras tanto, el empresario no acusa actividad comercial”.
“Hay provincias donde han suspendido de palabra a los empleados, y no cobran sueldo. Viven de que el Estado les pague el Repro”, señaló el letrado. La situación pone al trabajador en una incertidumbre absoluta “porque depende del empleador. Según la estrategia comercial que tenga para reactivar o no la actividad, van a seguir con empleados que van a cobrar o no”.
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Ante esto, “no hay buenas perspectivas de que esto vaya a reflotar. La indemnización al trabajador depende de diversos factores frente a los que el empleado tiene opciones: puede reclamar los haberes que se le están adeudando mediante un telegrama, y en base a ese reclamo tiene la facultad de darse por despedido e iniciar un juicio para cobrar la indemnización, o iniciar un juicio percibiendo el cobro de los haberes. En el mismo juzgado se tramita la causa”, explica Nayi.
También existe la posibilidad de que la empresa presente la quiebra, situación ante la cual el empleado puede solicitar la quiebra del empleador. “Si el trabajador hizo el reclamo percibiendo el cobro de los haberes, tiene que presentarse con telegrama y recibo de sueldo en el juicio concursal, y pedir el pronto pago laboral. Si la empresa tiene fondos, se lo paga inmediatamente”.
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