Lázaro Báez quedó a un paso de la prisión domiciliaria, luego de que la Cámara de Casación anulara este miércoles la decisión del Tribunal Oral Federal 4 (TOF) que había rechazado de concederle la excarcelación. Para obtener el beneficio, el empresario K deberá para una fianza de $632 millones.
En una de las causas por las que tenía prisión preventiva, se le había denegado la posibilidad de una domiciliaria o excarcelación. Pero la sala 4 de la Cámara de Casación ordenó al Tribunal Oral que lo juzga a Báez a hacer un nuevo dictamen. El Tribunal dispuso la colocación de una tobillera electrónica que le permitirá moverse a 100 kilómetros a la redonda.
La defensa del empresario, que fue durante años uno de los más importantes en obra pública en Santa Cruz, había dicho que era excesivo negarle la posibilidad de cumplir prisión domiciliaria, porque no tiene una condena firme y lleva cuatro años en prisión preventiva. Además, agregó que el empresario pudo ver vulnerado su derecho a defensa al ser posible víctima de hechos de espionaje ilegal que se investigan en la justicia federal de Lomas de Zamora y que podrían significar “graves violaciones a los derechos humanos” del detenido.
Elizabeth Gasaro, abogada de Báez, tachó de “ilegal” la detención del empresario en 2016 y advirtió que de esta manera fue “torturado psicológicamente” para convertirse en “arrepentido” de causas en las que se investigaba al kirchnerismo. Gasaro afirmó que “muchas cosas afirmadas en la defensa se están comprobando ahora en la causa de espionaje ilegal”. “Estoy muy contenta por este fallo después de cuatro años y cuatro meses de lucha por una detención ilegal como venimos diciendo desde el día uno”, dijo en declaraciones radiales según reprodujo Télam.
