“Si la Argentina fuera el etiquetado frontal: las variables están en su peor momento histórico: la pobreza en torno al 40%, la Inflación en el orden del 53%, el déficit fiscal 4% del PBI, la deuda 90% del PBI, las reservas menos de tres meses de importaciones. Y además tarifas, salarios y tipo de cambio real en el cuartil más bajo. Si un Gobierno lo intenta corregir, va a impactar en el salario real que ya està suficientemente afectado. Es imposible resolver esto sin un gran acuerdo nacional”, arrancó Alfonso Prat Gay en una charla organizada por la Fundación Mediterránea.
“Hay un solo país al que fue peor que la Argentina en 50 años: Congo. Hemos tenido la habitualidad de la recesión”, describió. “Después de 14 recesiones, siempre salimos un poco peor de lo que entramos a la anterior”, detalló.
Prat Gay se animó a pedir una reforma constitucional, tanto para las modificaciones políticas como económicas. “Es el momento de la audacia”. En lo político, sostiene que el Poder Ejecutivo debiera tener un 70% de ministerios para el ganador de las elecciones y un 30% de los ministerios para el que salió segundo. También en un período presidencial más largo (6 años) sin reelección. con elecciones legislativas que coincidan con las presidenciales. En lo económico, propone una reforma impositiva, cambios en las leyes laborales y reglas fiscales.
“A los políticos nos cuestan incorporar la restricción presupuestaria. Brasil lo resolvió con una manda constitucional al gasto público que pone un tope en términos reales: esto no es bajar el gasto, sino asegurarlos que a lo largo del tiempo no sube el gasto, y si queremos incrementar una partida, tenemos que encontrar otra partida que es menos prioritaria para poder financiar”, analizó ante un auditorio colmado por zoom en la Fundación Mediterránea.
Aunque hizo mucho hincapié en el diálogo político, describió los inconvenientes de hacerlo en esta coyuntura. “No lo veo al convocante en condiciones de convocar”. Alfonso Prat Gay, ex ministro de Hacienda durante el primer gobierno de Mauricio Macri, fue escéptico sobre un diálogo entre oficialismo y oposición. “Lo veo muy dificil realmente”, expresó. “El gran acuerdo lo convoca el líder de turno y esa fue mi frustración cuando en aquel momento, Mauricio (Macri) eligió no ir por ese camino, en ese momento Massa representaba un peronismo republicano-ciudadano, tenía un número importante de votos”, expresó como forma de autocrítica.
“El presidente Macri me dijo que íbamos a hacer un acuerdo (con la oposición) y a las dos semanas el jefe de Gabinete me dijo que no lo íbamos a hacer”, planteó Prat-Gay, a la que llamó mi “primera derrota dentro del gobierno de Cambiemos”. “Es muy dificil resolver estos problemas sin un acuerdo de todas las partes”.
“Como no pudimos hacer eso, cada vez que íbamos con una ley del Congreso, cada ley debía ser negociada con gente que no era de nuestro espacio y terminábamos perdiendo unas décimas del PBI para convencer a los diputados de alguna provincia para votar una ley”, describió.
“Los políticos argentinos tienen la tendencia a dialogar en la mala y no cuando ganaron. Si en Juntos por en Cambio volvemos al poder en 2023, tenemos que incorporar otras fuerzas políticas”, postuló.
“El presidente Alberto Fernández podria haber convocado a un acuerdo cuando tenia el 80% de popularidad, pero eso hubiera requerido un divorcio de la accionista de la sociedad de poder. Ahora queda ver cómo se posiciona el oficialismo desde el 15 de noviembre, mientras nosotros (Juntos por el Cambio) hacemos nuestro camino para 2023. Pero por supuesto estamos para evitar que esto se vaya de cauce”, apoyó.
“Si ellos no se pueden poner de acuerdo en lo que quieren hacer, si los principales opositores los tienen dentro de la coalición de Gobierno y si el presidente dice una cosa y al otro día dice exactamente lo contrario es dificil llegar a un acuerdo”, según el ex ministro. “Hace una semana, el presidente dijo que estaba casi acordado un acuerdo con el Fondo y ayer dijo que no vamos a acordar con el FMI”, criticó.
“Cuando asumió Cristina Fernández de Kirchner, la tasa de pobreza y el gasto público (como porcentaje del PBI) estaban en un mismo nivel: 25% de pobreza y 25% de gasto público sobre el PBI. Hoy están en un mismo nivel, pero mucho más alto: 40% de gasto público y 40% de pobreza. Este esquema se agotó. Este esquema de poder resolver los problemas tirando la platita o a través de incentivos que en lugar de favorecer el empleo digno incentivan lo contrario, se está agotando rápidamente”,
“Estamos en el momento Noé (por el arca de Noe). Estamos todos comprometidos en encontrar un rumbo a esa arca, porque está subiendo la inundación y ya se nos acaba el tiempo para llevar adelante las soluciones”, graficó con una imagen bíblica.
“Este es un populismo sin recursos, donde emitir creen que se engaña a todos. Es un populismo zombie, sin recursos, sin forma de ser efectivo. Cae el salario real, aunque están pisadas las tarifas y el tipo de cambio real. Aumentan los subsidios económicos a energía y transporte. Termina subsidiando a los más ricos y a los porteños. Es más problemático el déficit comercial que el déficit fiscal.
Aunque lo preocupa la cuestión fiscal, siente que el énfasis debe estar en el superávit comercial. “Hay países que crecen con déficit, pero no crecen sin un alto nivel de exportaciones”, señaló. “Argentina tenía un 0,5% de las exportaciones mundiales a fines de los 90 y ahora es el 0,3%. Caímos un 40% y es muy grave y acentúa nuestra escasez de dólares”.