La empresa Petroquímica Río Tercero (PR3) anunció el cierre definitivo de su planta, lo que resultará en el despido de 125 empleados, un tercio de su plantilla de 375 trabajadores. Esta decisión se produce tras dos paralizaciones previas en abril y septiembre de 2024, y es consecuencia de la caída en las ventas y la competencia desleal del mercado asiático, especialmente de China.
La planta de TDI (diisocianato de tolueno), insumo clave para las industrias del colchón y automotriz, era la única en producción en el país y en América Latina. Su cierre representa un fuerte impacto en la región, ya que PR3 era el principal cliente de la Fábrica Militar de Río Tercero, que suministraba ácido nítrico.
La empresa argumentó que la decisión se basa en un proceso de transformación global en el mercado de TDI, caracterizado por una sobreoferta que ha hecho caer los precios internacionales, dificultando la competitividad frente a compañías de mayor escala. A pesar de este cierre, PR3 anunció que continuará fabricando otros productos químicos y policloruro de aluminio (PAC) para el tratamiento de aguas, en un intento de asegurar la continuidad de sus operaciones y proteger los empleos restantes.