Con toda la actitud, el pequeño se subió a un tablón que servía como mesa y, sin pensarlo dos veces, comenzó a mover los pies al ritmo del tunga tunga. El público, encantado con su desparpajo, no dudó en rodearlo para disfrutar de sus pasos, que rápidamente se convirtieron en el centro de atención.

El momento se viralizó rápidamente, sumando miles de "me gusta" y miles de comentarios halagadores que destacaron su valentía y energía. El niño, sin duda, demostró que el talento no tiene edad ni barreras.
¿Ya viste el video? ¡Aún estás a tiempo de unirte a la ola de aplausos virtuales para este pequeño gran bailarín!