El fútbol, más allá de ser un deporte que se juega con el cuerpo, también es un juego mental. En la antesala de la última fecha del campeonato argentino, donde Talleres recibe a Newell’s por la definición del título, la preparación mental de los jugadores puede ser tan importante como la preparación física. Con Vélez y Huracán también con chances de coronarse campeones, el margen de error es mínimo. ¿Cómo se preparan los jugadores para afrontar esta presión? ¿Qué diferencia a los equipos que logran mantener la calma en momentos decisivos de aquellos que sucumben ante la presión?
En una entrevista exclusiva con el programa Contá Conmigo de Canal C Argentina, el coach deportivo Federico Rossi ofreció su visión sobre los factores psicológicos que determinan el éxito o fracaso en estos momentos cruciales.
“Son seres humanos. Los jugadores están exactamente igual que la gente, con la misma ilusión y con las mismas expectativas. No son extraterrestres”, señaló Rossi, en un recordatorio de que los futbolistas no son inmunes al estrés, la ansiedad y la presión que genera un partido definitorio. La emoción que experimentan los hinchas es compartida por los propios jugadores, quienes, a pesar de su alto nivel profesional, también sienten los nervios antes de un choque tan trascendental.
Una palabra que resuena en el ambiente antes de cualquier final es motivación. Sin embargo, Rossi subraya que esta palabra no es tan simple como parece: “La palabra motivación tiene dos palabras adentro: una es motivo y otra es acción. Entonces, hay que encontrar los motivos suficientes para que tu puesta en acción esté a la altura de los motivos”. La motivación, más que un impulso momentáneo, es una fuerza que debe estar alineada con objetivos claros y concretos. En una final, cada jugador necesita tener claro por qué está luchando y para quién lo está haciendo. Es un trabajo mental, tanto individual como colectivo.
Además de la preparación mental, el factor físico es crucial. En este tramo de la temporada, los equipos llegan con una carga importante de partidos y viajes, lo que genera un desgaste que afecta tanto el rendimiento como la recuperación. Rossi recuerda que, aunque la mente puede ser poderosa, el cuerpo tiene límites fisiológicos: “Ayer Vélez perdió una final. Para el domingo llegan con una seguidilla de partidos muy larga, más allá de la derrota. Hay una cuestión física, que es fisiológica. No podés escapar de cuánto tarda un organismo en recuperarse. Obviamente que el desgaste físico se siente”. Este es otro desafío que deben enfrentar los entrenadores: cómo gestionar la fatiga para llegar al partido decisivo con la mayor frescura posible.
Para Federico Rossi, una de las claves en el éxito de Talleres radica en la figura de su entrenador, Alexander Medina. “Lo que tiene Medina que yo rescato como su mayor virtud es que tiene una gran capacidad para distorsionar la realidad. Tiene una capacidad de hacerle creer a los jugadores que ellos mismos no son capaces de ver”, afirmó Rossi. El entrenador uruguayo ha sido crucial en momentos en los que parecía que el equipo perdía las opciones de campeonato, pero siempre encontraba una nueva forma de motivar a sus jugadores y hacerles creer que aún había posibilidades. Esta habilidad para transformar la percepción de los jugadores, incluso en momentos de incertidumbre, es lo que podría marcar la diferencia en la recta final del torneo.
En este sentido, Rossi destaca cómo los entrenadores juegan un papel crucial en la construcción de un equipo mentalmente fuerte: “Medina fue llevando al plantel a las puertas de una situación concreta de alcanzar un objetivo”. Esta capacidad de liderazgo no solo se traduce en estrategias tácticas, sino en la creación de un entorno en el que los jugadores sientan que, pase lo que pase, están acompañados y que su esfuerzo tiene sentido.