El cierre repentino de un corralón en la zona noroeste de Córdoba encendió las alarmas entre los vecinos. El predio, que pertenecía a la empresa Márquez y Asociados, quedó sin vigilancia luego de que la Justicia ordenara la detención de sus propietarios en el marco de una causa por asociación ilícita y estafas.
A partir del abandono, comenzaron a multiplicarse los robos de materiales como ladrillos y arena. La falta de medidas de seguridad en el perímetro del terreno facilita el ingreso de personas desde distintos puntos, incluso en vehículos. Residentes del barrio Zepa señalaron que algunos ingresan directamente saltando una tapia lateral, sin que nadie los detenga.
La preocupación crece entre los vecinos, que temen que la zona se convierta en tierra de nadie. La ausencia de responsables y el vacío legal sobre la propiedad del lugar han dejado un escenario perfecto para el saqueo, mientras las autoridades aún no disponen de medidas concretas para asegurar el sitio.
Los detenidos, cuatro hermanos apellidados Márquez y el contador de la firma, permanecen imputados por formar parte de una red delictiva. Mientras tanto, el impacto de su caída se siente en las calles del barrio, donde la inseguridad ya se volvió parte de la rutina.