Es una regla no escrita que la familia real británica sigue a rajatabla: la discreción es la única tendencia. Por eso, en parte, la relación de la reina Isabel II con la princesa Diana fue tan complicada. Lady Di era partidaria de que las normas, en la moda como en la belleza, están para romperlas.
Famosa por enfrentarse al sistema y desafiar cualquier protocolo, si se convirtió en la princesa del pueblo fue precisamente por llevar a sus hijos, los príncipes William y Harry a McDonalds o por montar con ellos en una montaña rusa para que pudieran hacerse una idea de una educación normal. También por pintarse las uñas de rojo fuego cuando solo eran permitidos los tonos nude, beiges y pastel.
Durante sus años como Princesa de Gales, Diana fue famosa por experimentar con las tendencias. Convirtió el underline azul en su seña de maquillaje más característica y tanto su vestido de la venganza como sus leggings cortos de ciclista son una parte icónica de la historia de la moda. En cuanto a sus uñas, aunque de vez en cuando apostaba por los esmaltes rojos, cuando llegó a los treinta, la favorita de Diana era, la clásica manicura francesa que tanto se llevó en los 90.
Gracias a la sexta temporada de The Crown hemos recordado que Lady Di solía llevar la manicura francesa clásica con uñas semicortas y cuadradas, es decir, que la propuesta es perfectamente compatible con las tendencias actuales y la corriente de uñas discretas con la que sorprendió Rosalía.
Y es que la manicura francesa ya había tenido un resurgimiento antes de que se estrenara la sexta temporada de The Crown en todas las versiones posibles: con colores, puntas glitter, con forma almendrada en lugar de cuadrada, entre otras.
Los expertos insisten en que las uñas perladas de Lady Di son algo así como las precursoras del acabado ‘donut glaseado’ de Hailey Bieber y una de las tendencias más potentes de la próxima temporada.
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