En una jornada que combinó educación y aventura, un grupo de escuelas rurales de Justiniano Posse tuvo la oportunidad de explorar la Reserva Tau y el río, gracias al programa educativo de la Fundación Nuestro Río. Este evento, apoyado por Proavis, no solo ofreció a los estudiantes un primer contacto con la naturaleza en un entorno inexplorado para muchos de ellos, sino que también marcó una hermosa experiencia en sus vidas académicas y personales.
La actividad reunió a cuatro escuelas rurales, incluyendo la Escuela Rural Sarmiento de Calluqueo y la Escuela Rural Fernando L. Vinuesa de Los Corralitos, quienes fueron recibidos con entusiasmo por la comunidad educativa local. María Laura Nin, representante de Proavis, destacó la importancia de la preparación previa: “Desde Proavis le damos toda la parte de flora y fauna para que los chicos puedan venir ya con cierto conocimiento al lugar y tener una conciencia de este área natural que tenemos muy cerquita del pueblo”. Además, Nin agradeció el esfuerzo conjunto que permitió concretar el proyecto y ofrecer a los estudiantes una experiencia enriquecedora.
Valeria Pereyra, docente de la Escuela Sarmiento, compartió la emoción vivida por los estudiantes al salir de su entorno rural para explorar el río y la reserva. “Para nosotros, salir del campo y visitar la ciudad es una experiencia única. Los chicos estaban asombrados desde el momento en que vimos el avión hasta que llegamos al río”, comentó. Pereyra subrayó que, a pesar de vivir en la ruralidad, el acceso a espacios naturales como la Reserva Tau es limitado, lo que hizo que la experiencia fuera aún más significativa.
Silvia Guio, docente de la Escuela Vinuesa, también enfatizó la importancia de esta experiencia. “Aunque nuestros estudiantes están acostumbrados a la ruralidad, no tienen acceso regular a espacios como la Reserva Tau. Este tipo de actividades son una fiesta para nosotros, ya que nos permite aprender de manera práctica lo que usualmente solo vemos en libros o en televisión”, señaló Guio.
Diego Torres, inspector de Educación Física de la Región 3, valoró el impacto educativo de la actividad: “Es una oportunidad diferente para los chicos, una experiencia que va más allá de los libros y que enriquece su formación integral”. Torres, quien también tuvo la oportunidad de navegar en un gomón por el río, reconoció el valor de las experiencias prácticas en el aprendizaje.
Marcos Correa, docente itinerante, elogió tanto el esfuerzo de la Fundación Nuestro Río como el compromiso de los docentes que acompañaron a los estudiantes. “Es una actividad que celebra la educación desde un lugar diferente, conectando a los chicos con la naturaleza y permitiéndoles aprender de manera vivencial”, concluyó Correa.
La visita a la Reserva Tau no solo brindó a los estudiantes una lección invaluable sobre el entorno natural, sino que también fortaleció el vínculo entre la educación rural y el mundo natural, ofreciendo una perspectiva única y enriquecedora que muchos de ellos llevarán consigo para siempre.