Si bien el mercado interno es donde se vuelca la mayor parte de la producción argentina, cercana a las 300 mil toneladas, hace unos años los productores de golosinas vieron la oportunidad de empezar a exportar a otros países de la región. Lugares como Estados Unidos y algunos destinos de Europa y Asia aparecen también en el mapa de las empresas del sector.
Ariel Korin, gerente de gestión de la Asociación de Distribuidores de Golosinas y Afines, señala que, si bien la evolución de las exportaciones experimentó una tendencia negativa en el período 2014-2016, entre 2016-2017 se revirtió esa característica con un aumento en el valor de exportación del 7%.
El gigante de la exportación de golosinas es Arcor, que empezó a realizar sus primeras ventas al exterior y a participar en ferias internacionales a principios de la década del 60. Hoy llega con sus productos a más de 120 países .
En cuanto a los productos que más se exportan están el cacao, los caramelos, los chupetines, los alfajores y por último, los barquillos y obleas.
Los países destinatarios de las golosinas nacionales son esencialmente los limítrofes, con Brasil en primer lugar (25,8% de participación), Uruguay (12,9%), Chile (11,4%) y Paraguay (10,4%).