A su vez, es fundamental conocer las características principales de estos elementos, porque serán las guías que ayudarán a elegir la mejor opción, dado que teniendo en cuenta estos aspectos, permitirá decidir entre una u otra, según el tipo de vehículo, el anclaje y la edad de los pequeños.

Los diferentes tipos de butacas
Orientadas hacia atrás
Las butacas que miran hacia atrás, son aquellas que utilizan el mayor tiempo posible en todas las infancias hasta que alcancen el peso y los límites de altura, que permite el fabricante del asiento de seguridad para el auto.
Suelen tener un arnés de sostén, que en caso de alguna eventualidad, se mueve acunando al niño/a para reducir la tensión en la médula espinal y en el cuello. Por lo general, viene con una base que se puede dejar en el auto.
Convertible
Los asientos convertibles son los que más se encuentran en el mercado, dado que son aquellos que pueden orientarse, tanto para adelante como atrás, permitiendo usarlo el tiempo requerido, desde que es bebé hasta que llega a ser un niño/a pequeño/a. Poseen un arnés de 5 puntos que permite distribuir las fuerzas de choque sobre alguna zona más grande del cuerpo del pequeño manteniéndolo/a seguro/a en su asiento.
Dependiendo del asiento, del peso y de la altura, se debe tener en cuenta que una vez que el pequeño/a exceda el límite de peso, sus orejas se encuentren por encima de la parte superior de la butaca o sus hombros por encima de la posición del arnés, se debe cambiar el asiento.
Elevador
Este asiento si se coloca con un cinturón de seguridad. Permite darle una altura adicional al niño/a, para ajustar correctamente el cinturón. De esta manera, cumple su propósito de resguardar los lugares más fuertes del cuerpo, como pecho y caderas.
Por seguridad, los niños/as desde 8 hasta 12 años aún pueden usar una butaca elevada o al menos hasta que el niño/a supere los límites del asiento elevado o hasta que sea lo suficientemente grande como para que el cinturón de seguridad para adultos, pueda ajustar correctamente.
Tres en uno
Es la opción para aquellos presupuestos más limitados, dado que la butaca 3 en 1 es la opción más económica, al poder usarse como silla que mire hacia atrás o para adelante y, luego, como refuerzo.
Tienen diferentes instrucciones para poder instalarse en cada modo, por lo que hay que asegurarse su utilización en relación con la configuración, la guía del cinturón de seguridad correcta y las ranuras del arnés de los hombros, que corresponde a cada uso.
Se debe poner atención al tiempo de uso de la butaca, que suele ser entre 6 y 10 años y nunca debe usarse más allá de lo indicado por el fabricante.
El sistema de anclaje adecuado de acuerdo al modelo del vehículo
Latch
Estas butacas vienen equipadas con este sistema, que posee dos ganchos que se abrochan a las anclas del vehículo. La mayoría de los asientos que miran hacia adelante, poseen además una correa en la parte superior, que se puede ajustar a otra ancla del auto.
Iso fix
Este es un sistema estandarizado, que permite instalar los asientos sin el uso del cinturón de seguridad. Simplifica la instalación, permitiendo un menor uso indebido y permite conectar el asiento de una manera rígida y estable.
Posee tres puntos de anclaje: dos puntos rígidos de sujeción que se encuentran a una distancia específica, soldados o atornillados a la carrocería del auto entre el asiento y el respaldo del vehículo y una pata de soporte o carga superior para evitar la inclinación.
De esta forma, sujetan la silla del niño/a en ambos extremos de la base.
Cinturón de seguridad
Este es un sistema compatible con todos los modelos de los vehículos y permite más tiempo de uso.
Consejos para elegir la butaca adecuada para bebés y niños
Homologación
La homologación se brinda a las butacas que pasan una serie de pruebas que consisten en verificar, mediante ensayos, el impacto ante algún eventual accidente. En Argentina, la homologación se comprende dentro de la norma IRAM 3680.1, 3680.2 y 3680.3.
Posiciones
Es importante conocer cómo conviene posicionar la butaca según la estatura y peso del niño/a. Por lo general, las mismas poseen instructivos en el lateral donde indican, hasta qué peso puede usarse de espalda y en qué posiciones.
Fijación al autocuidado
Hemos visto los sistemas de fijación al auto, desde el tradicional cinturón de seguridad, hasta el Iso Fix y el Latch, donde estos dos últimos, ofrecen un tercer punto de fijación, con el propósito de impedir que la butaca gire alrededor de los puntos de anclaje y evitar el efecto del latigazo, ante una eventualidad.
Confort de asiento
Se deben comparar las funciones, telas y materiales de confección. Poner atención a los siguientes puntos, es crucial: si las telas son antitranspirantes, si el reposacabezas puede regularse en altura y con qué posiciones cuenta, si tiene reductores de adaptación al espacio para el caso de los bebés y ampliarse cuando va creciendo, las posiciones de reclinado que tiene de espalda y hacia adelante, si tiene facilidad de ajuste el cinturón de seguridad y queda firmemente sujetado, el peso de la butaca.
Booster
Es el asiento solo y los hay de dos tipos, con o sin respaldo.
Los primeros pueden tener cinturón propio y en función de ello, pueden usarse en dos rangos etarios, de acuerdo al peso del niño/a.
¿Cuándo cambiar de butaca?
Las butacas de autos siempre tienen una fecha de vencimiento, que suele ser entre los 6 y 10 años aproximadamente. Se podría decir, que la vida útil comienza cuando se emplea por primera vez y dura hasta la fecha de fabricación indicada. La fecha de vencimiento, tiene que ver con la degradación de los materiales de fabricación, dado que los estándares de seguridad van cambiando y el desgaste lógico del uso, puede reducir la eficacia del asiento. Así que se debe poner atención a este punto y si está vencido, no se debe usar ni pasar el asiento a otra persona.
¿Por qué la orientación trasera es la mejor opción?
Son los más seguros para bebés y niños/as en el caso de que haya alguna colisión frontal, que es el tipo de choque más común e incluso en una colisión trasera, dado que el niño/a es empujado/a hacia el asiento del vehículo y no hacia adelante. Como los cuerpos de los niños/as están en desarrollo, sus cabezas son más grandes y pesadas, en relación con su cuerpo y en este tipo de asientos, la fuerza se distribuye mejor y de manera uniforme, por la carcasa del mismo, comparando con los de orientación hacia adelante. Reduciendo de manera significativa, el impacto en la columna, en el cuello y en la cabeza del pequeño/a.