Expertos aseguran que atrasar cinco minutos la alarma para poder descansar algunos minutos más puede ocasionar algunos problemas en las personas. Steven Bender, profesor de cirugía oral y maxilofacial en la Universidad Texas A&M asegura que: “para muchos, [atrasar la alarma] puede ser señal de un problema significativo con el sueño. El mal sueño ha sido asociado con un número de trastornos en la salud, incluyendo alta presión arterial, problemas de memoria e incluso control de nuestro peso.”
Los investigadores han diseñado un perfil de las personas que tiene la costumbre de atrasar los despertadores por la mañana. De esta forma se analizaron los hábitos de sueño de 450 participantes, para descubrir que entre los participantes las mujeres, los más jóvenes y las “aves nocturnas” eran quienes tenían mayor tendencia a atrasar sus despertadores. Y presentaban algunos trastornos como la somnolencia, es decir, que pueden quedarse dormidas cuando no quieren o en momentos que pueden generarle algunos problemas de seguridad.
Lee también: Consejos para tratar la migraña
Los autores concluyen que para evitar atrasar las alarmas y tener un descanso más placentero, sin tener que recurrir a 5 minutos más de descanso, es necesario tener nuestro entorno controlado (en cuanto a temperatura y luminosidad). En relación a esto, aconsejan evitar las pantallas, incluso horas antes de tratar de dormirnos. Tratar de ser regulares con nuestros horarios también puede ayudarnos a controlar nuestros ritmos circadianos.
Además recomiendan evitar sustancias como la cafeína y el alcohol ya que también pueden afectar a nuestros ciclos de sueño. El efecto del alcohol, pese a que nos produzca sueño, su efecto sobre el reposo no será positivo, sino que nos puede inducir un sueño más ligero y por tanto menos reparador.