Por Bárbara Caballero
La Casa de la Bondad es uno de los primeros hospice de Argentina y desde mayo del 2001 se encarga de albergar a aquellas personas que se encuentran atravesando alguna enfermedad terminal y necesitan un lugar para pasar sus últimos días de vida. Allí trabajan enfermeros, asistentes sociales y 150 voluntarios que realizan diversas tareas que van desde la limpieza para mantener al lugar en excelentes condiciones hasta todo lo referido con el cuidado de las personas que albergan allí.
Este año fue galardonada con la máxima distinción que otorga el Gobierno de Córdoba a referentes locales por proyectar distintos valores con sus actividades. La Casa de la Bondad recibió el premio Jerónimo de la Gente, gracias a la votación de los cordobeses.
En diálogo con Canal C hablamos con Damián Martínez, vicedirector de La Casa de la Bondad, quien trabaja hace veinte año como cuidador. “A la Casa de la Bondad las personas no vienen a morir sino que los acompañamos a vivir hasta el final”, expresa Damián.
“Nosotros recibimos pacientes terminales y en algunos casos a enfermos crónicos hasta que puedan valerse por sí mismos. Acá no realizamos ningún tipo de tratamiento médico, sí se les suministra algún medicamento para el dolor que son recetado por sus médicos”, nos cuenta Martínez respecto al trabajo que realizan en La Casa de la Bondad. Y añade, “además de cuidar a estas personas acompañamos a sus familias y las ayudamos para que puedan soportar lo que va a pasar”.
Respecto a cómo afrontan los costos que requiere mantener la casa en condiciones y a las personas que viven allí, Martínez explica que la casa depende de la Fundación Manos Abiertas y que todos los gastos los pueden solventar gracias al aporte privado y al trabajo de los voluntarios. “Nosotros recibimos donaciones, pero todo lo que hacemos lo hacemos a pulmón”, afirma.
Martínez asegura que es un trabajo muy gratificante y que es más lo que recibe de esas personas que lo que él les da. “Nos encariñamos, tenemos la premisa de que debemos formar vínculos con las personas aun cuando sabemos lo que va a suceder con ellos. Todo el tiempo estamos capacitándonos para superar estas situaciones. Nosotros somos como sus parientes, los escuchamos, los cuidamos, tratamos de que pasen sus últimos días de la mejor manera”.
“No somos una maquina, sentimos, hay un lado muy humano. La muerte es un acontecimiento tan importante como un nacimiento, nos ocupamos de su entierro y de que sean despedidos con el respeto que se merecen”, afirma el vicedirector.
“La pandemia fue muy difícil para nosotros, pero nosotros hicimos todo lo posible para que nuestros pacientes no mueran solos. Hicimos que ellos puedan venir a despedirse de sus seres queridos, con todos los protocolos para que nadie se contagie. La gente cuando se va a morir tiene miedo, y quiere estar de la mano de alguien”.
Para ayudar a la Casa de la Bondad podes acercar tus donaciones a la calle Brasil 581, Barrio Güemes o comunicarte al siguiente teléfono 4692426. También podes hacerte voluntario ingresando a la página de la Fundación https://www.manosabiertas.org.ar/voluntariado/.
