En un acto de violencia sin precedentes, Rusia ha dirigido un ataque mortal contra un hospital pediátrico en Kiev y múltiples localidades ucranianas, dejando un saldo inicial de al menos 30 víctimas fatales. Equipos de emergencia desesperadamente trabajan entre los escombros en busca de sobrevivientes, mientras el presidente Volodimir Zelensky, presente en Polonia al momento del ataque, ha condenado enérgicamente los bombardeos como un atentado cruel contra la población civil.
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El hospital pediátrico Okhmatdyt en Kiev sufrió un impacto devastador durante el día, en un bombardeo inusual que sorprendió a médicos, voluntarios y socorristas presentes en el lugar. Testigos presenciales relataron escenas de caos y desesperación, con equipos de rescate corriendo hacia refugios improvisados mientras sonaban las alarmas y se sucedían las explosiones.
Además del ataque en la capital, otros centros médicos y civiles en el sur y el este del país fueron blanco de una serie de más de 40 misiles disparados por fuerzas rusas, según informó el presidente Zelensky desde Varsovia. El líder ucraniano, en medio de la firma de un acuerdo de seguridad con el Primer Ministro polaco Donald Tusk, instó a la comunidad internacional a responder con contundencia frente a lo que describió como un grave ataque contra la población y la integridad de Ucrania.
En un gesto de duelo y solidaridad, Zelensky y Tusk guardaron un minuto de silencio por las víctimas antes de reafirmar su compromiso en defensa de la soberanía ucraniana. Mientras tanto, en el terreno, la cifra de muertos y heridos continúa en aumento, con numerosas familias y comunidades sumidas en el dolor y la incertidumbre tras los mortales bombardeos rusos.
Condena global: ataque ruso a hospital infantil en Kiev deja 32 muertos
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha expresado su profundo repudio hacia el ataque perpetrado por Rusia contra el Hospital Pediátrico Okhmatdyt en Kiev y diversas infraestructuras civiles en Ucrania, que ha ocasionado la trágica pérdida de al menos 32 vidas, entre ellas las de niños, y dejado más de 150 heridos. El portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, describió los eventos como “particularmente escandalosos”, detallando que los misiles rusos impactaron directamente en instalaciones médicas donde niños estaban recibiendo tratamiento.
“Nuestros colegas humanitarios reportan que equipos de rescate, personal médico y voluntarios están trabajando sin descanso para rescatar a personas atrapadas bajo los escombros”, afirmó Guterres, subrayando el esfuerzo conjunto para trasladar pacientes a instalaciones médicas seguras y proveer apoyo psicosocial a los afectados. Asimismo, la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, emitió un comunicado condenatorio, señalando que estos ataques representan un “brutal recordatorio de que ningún lugar es seguro para los niños en Ucrania”.
El dramático incremento de la violencia coincide con la cercanía de la cumbre de la OTAN en Washington, donde se discutirá el apoyo militar a Ucrania frente a la agresión rusa. En respuesta a la grave situación, el Consejo de Seguridad de la ONU convocará una sesión urgente el martes para abordar la ofensiva militar rusa y sus consecuencias humanitarias en Ucrania.
Las comunidades internacionales y los organismos humanitarios han reiterado su llamado a respetar el derecho internacional y proteger a los civiles en conflictos armados.
"Es inconcebible que haya niños muertos en esta guerra".
— Naciones Unidas (@ONU_es) July 8, 2024
– La jefa de @UN_Ukraine condena los últimos ataques rusos en Ucrania que han causado víctimas y han dañado la infraestructura civil, incluido un hospital infantil en Kiev.
via @UNOCHA pic.twitter.com/At3V0HhrhS