Por Natalia Medina para Canal C
La cantautora mexicana pisó nuestro máximo coliseo cultural, y nos dejó a todos con ganas de escucharla un rato más.
Un show aproximado de dos horas de duración y una estructura de orquesta reducida, pero más que suficiente para escuchar un show acústico e íntimo de la artista.
Piano de cola, guitarra, y por supuesto el acordéon gabbanelli, pasaron por sus manos, para darle a cada canción un sonido y una historia distinta.
Se dedicó a presentar casi todas las canciones, con la historia que encerraba cada melodía.
Fotografías: Sofía Recalde
LAS CANCIONES
En la escena musical: un piano de cola, una batería y un violonchelo… y sus mágicas canciones.
Una canción inspirada en un poema de Jorge Luis Borges, llamada “Los Momentos”, otras melodías como “Mismo amor”, “Me voy”, “Algo está cambiando”, “Bien o mal” , “Limón y sal”, “Eres para mí”.
Conversando con el público, contó la historia de “Sola por ahí”, una canción que se le ocurrió luego de una charla con sus amigas, que justamente habla sobre la inseguridad que viven las mujeres cuando van por la calle o cuando están solas.
“Dos soledades”, también formó parte del repertorio, una melodía basada en un micropoema de una amiga que vive en España. “ Canta, canta, canta”, canción típica mexicana, tampoco faltó.
