Los testimonios de víctimas y perjudicados por clínicas de fertilización asistida en Córdoba se acumulan con el paso de los días, en la causa que investiga a estos centros por supuesta captación y trata de personas en situación vulnerable para llevar adelante embarazos mediante subrogación de vientres para parejas que no podían procrear de forma autónoma.
En la cobertura que realiza Alejandra García Krizanec para Canal C sobre este tema, se logró hablar con dos varones que integran una pareja que pidió asesoramiento legal y médico a una de estas instituciones de fertilización asistida, para poder tener otro hijo.
En un testimonio en exclusiva para Canal C, los hombres contaron que en las últimas horas uno de ellos declaró en Tribunales Federales ante los fiscales Gonella y Senestrari, en carácter de testigos durante cinco horas. Allí explicaron por qué decidían realizar el procedimiento para ampliar su familia en Córdoba y no en Buenos Aires o Estados Unidos, cómo conocieron a la mujer gestante y cuál fue el tratamiento que recibieron por parte de los letrados implicados e imputados.
“Formamos un vínculo fuerte con la gestante y quedó claro que la relación con ella y nuestro hijo iba a ser para toda la vida”, destacó, y nombró a la abogada y actual directora de la Senaf, Julia Reartes, como la “gran hacedora de esta desgracia que tuvimos como familia”. Reartes era “la asesora legal que la clínica Fecundart, ella patrocinaba a todas las familias que querían ser subrogantes en ese proceso de fertilidad. La clínica nos contacta con ella, esto es dirigido, no recomendado”.
A lo que agregan: “Cuando se lo aclaramos a la jueza, el fiscal dice que su nombre se borre de las actas. Cuando se nombró (a Reartes) todos quedaron en silencio y se miraron”. Y con angustia, agregan: “El deseo de ser padres no es exclusivo de los heterosexuales. Desde que soy adolescente quise tener hijos. La jueza nos arruinó moral, ética y financieramente“.
